Afesa Medio Ambiente inició a las cuatro de la tarde de ayer la obra de demolición de las viejas baterías de coque de Arcelor Mittal en la factoría de Veriña, obra que le ha encargado la multinacional siderúrgica. Arcelor prevé reconstruir la instalación aprovechando parte de sus elementos, proyecto que se encuentra actualmente en tramitación ante el Principado para la obtención de la Autorización Ambiental Integrada, sin la cual la instalación no podría reabrir.

Las baterías de coque de Arcelor en su factoría gijonesa se clausuraron en 2013, varios años después de que hubiera acabado su vida útil y cuando una buena parte de sus hornos de coque estaban inutilizados o funcionaban de manera deficiente. En la reconstrucción de la instalación Arcelor prevé invertir unos 150 millones de euros, cifra bastante menor a la que supondría la construcción de una instalación completamente nueva, como reclaman ecologistas, colectivos vecinales y la Plataforma Contra la Contaminación de Gijón.

Los primeros trabajos de demolición efectuados en la tarde de ayer consistieron en el derribo del material refractario de los tres primeros hornos, del total de 90 que tiene la instalación. Esos derribos comenzaron por el lado en el que se extraía el coque una vez producido, y continuarán posteriormente por el lado en el que se introducía el carbón para su coquización.

Arcelor apuntó ayer que la demolición de los 90 hornos de la instalación se prolongará durante tres meses, tiempo en el que esos trabajos se solaparán con los de reacondicionamiento y reconstrucción de la instalación, a medida que vaya avanzando la demolición. No obstante, la reconstrucción de las baterías no podrá iniciarse antes de que la Consejería de Medio Ambiente otorgue a la siderúrgica la autorización ambiental integrada para la instalación, algo que en Arcelor confían en que se produzca durante la primera semana de abril o a lo sumo en la segunda semana de ese mes, indicaron ayer fuentes siderúrgicas.

Plazos

Plazos

La demolición de los hornos de las baterías de coque, que comenzó en la tarde de ayer, estuvo precedida en los cinco meses precedentes por otros trabajos preparativos, como los de desmantelamiento y achatarramiento de los elementos auxiliares como los carros de carga, y también de elementos estructurales como las puertas y los marcos de los hornos y los denominados "pies derechos" (las estructuras que soportan los hornos de coque). Arcelor destacó ayer en un comunicado la "amplia experiencia en el desmontaje, desmantelamiento, achatarramiento y valorización selectiva de instalaciones industriales" de Afesa Medio Ambiente. La reconstrucción de las baterías, una vez que lo autorice el Principado, contempla mejoras en el tratamiento de gases que se generan durante el proceso de destilado de la hulla para transformarla en coque. Además del enfriado de gases, el tratamiento de los subproductos generados también se va a modernizar, según el proyecto de la multinacional siderúrgica.

Arcelor prevé que los primeros 45 hornos de las baterías de coque que se van a reconstruir entren en servicio a mediados de 2018 y los 45 restantes a finales de ese año. La capacidad de producción anual de las baterías una vez reconstruidas será de 1,1 millones de toneladas de coque, cantidad inferior a la que consumen los hornos altos de Veriña cuando están a pleno rendimiento. El plan de la siderúrgica incluye clausurar las baterías de coque de Avilés en 2019, después que hayan entrado en servicio las instalaciones renovadas de Gijón.