Se les ve paseando por la noche por las calles de la ciudad con su abrigo reflectante, comprobando una a una si las puertas de locales comerciales están debidamente cerradas y siempre pendientes de cualquier movimiento sospechoso que pueda haber en la oscuridad. ¿Pero en qué consiste el trabajo que puedan desarrollar una noche cualquiera de marzo? Su jornada no está exenta de intensidad y el último ejemplo de ello ha sido el de la última noche.

"Vaya nochecita", ha publicado en su cuenta de facebook "Serenos Gijón", que funciona como una entidad de trabajo asociado cuyo fin, además de prestar el servicio a comercios y ciudadanos, es generar empleo.

A lo largo de la última jornada nocturna, según cuentan en la red social, tuvieron, entre otros trabajos, que alertar de una "puerta abierta en un local de ocio" así como de una "ventana abierta en otro local que es cliente, al que tambien llamamos". Hasta ahí nada fuera de lo normal, pues es parte fundamental de su servicio advertir a comerciantes de estas incidencias. En otras ocasiones, pese a que comprueban que hay locales abiertos, no pueden avisar a sus propietarios al no tener su teléfono por no estar adscritos al servicio de los serenos.

Sin embargo, en la última noche, pese a ser una jornada entre semana y en un mes sin demasiada actividad nocturna, se encontraron con que "una persona de 40 años estaba tirada en el suelo con fuertes dolores en el pecho y brazo izquierdo". Razón por la que llamaron al 112, que mandó una ambulancia y llevó al hospital al herido. "Deseamos que se mejore y no sea nada grave", aseguran desde Serenos Gijón. El hombre con síntomas de infarto estaba en la confluencia de las calles Magnus Blikstad e Infiesto.

Pero el relato de la noche no termina ahí. "Y cuando nos habíamos repuesto del susto, aparece un individuo tirando botellas a la calle desde la ventana de su domicilio. Avisamos a la Policía. Vaya individuo más poco cívico", narran en su cuenta de facebook. Este suceso tuvo lugar en la calle de Ramón y Cajal.

Gijón, a diferencia de otras ciudades, ha apostado por mantener el servicio de los serenos. Y en su cuenta de facebook se puede apreciar, a través de sus publicaciones, que sus noches de trabajo son intensas. No en vano, más allá de prestar servicio de vigilancia a locales comerciales, en muchas ocasiones son los ojos que alertan a la Policía o el guía que orienta a un turista en la alegre noche gijonesa.