La administradora concursal de Agalsa, Carmen Fernández Sánchez y el comite de empresa de la compañía en concurso de acreedores, han llegado esta mañana a un acuerdo para la aplicación de un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y un ERE de extinción para toda la plantilla con finalización este último en diciembre de 2018.

El acuerdo supondrá el envío al paro de los 102 trabajadores de la sociedad, en cuanto sea ratificado por el juzgado de lo mercantil número 3 de Asturias, con sede en Gijón. La administradora concursal calcula que entrará en vigor en la semana siguiente a Semana Santa, esto es, a partir del próximo 17 de abril, según explicaron fuentes sindicales.

Agalsa abonará una de las cuatro nóminas que adeuda a la plantilla, mientras que las tres restantes quedarán a deber como créditos concursales. Los trabajadores que sean despedidos en aplicación del ERE, cobrarán esas cuantías adeudadas además de una indemnización de 20 días de salario del Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), quien a su vez pasará a ser acreedor de Agalsa por las cantidades que abone a sus trabajadores.

Aunque toda la plantilla irá al paró, en su mayor parte dentro del ERTE, la administradora concursal puede llamar a trabajar para tareas de mantenimiento u otras como carga de camiones, a una parte de los operarios durante la duranción del ERTE, apuntan las mismas fuentes.

La representación de los trabajadores y la administración concursal han vuelto a negociar la regulación de empleo después de que el juzgado anulara a finales del pasado mes de marzo el ERE de extinción inmediata de empleo para toda la plantilla que había presentado la dirección de Agalsa. La propia administradora concursal, además de los sindicatos, había solicitado al juez la anulación de aquel ERE. El magistrado consideró que la dirección de Agalsa había coaccionado a los sindicatos para que firmaran el ERE que planteó la dirección de la empresa y además argumentó que también anulaba el ERE de la empresa al estar de acuerdo la administración concursal y los trabajadores al respecto.

La aplicación de despidos mediante un ERE de extinción dependerá ahora de si la administradora concursal llega a considerar inviable la sociedad y opta por su liquidación. De mano, ese no es su planteamiento. Al menos cuanto empresas, tres de ellas extranjeras, se han interesado por la factoría gijonesa, que cuenta con la tercera mayor caldera de galvanizado con cinc que hay en Europa. El representante de una de esas compañías, de Alemania, visitó el pasado 22 de marzo la empresa acompañado por la administradora concursal.