"Somos demasiado consumistas, tenemos muchos más aparatos de los que necesitamos". José Luis Antuña, alumno de Ingeniería Eléctrica de la Escuela Politécnica, tiene claro que "es necesario concienciar sobre esta realidad", y por eso ayer participó, junto con un grupo de compañeros de la asignatura Cooperación Tecnológica para el Desarrollo, en una jornada para abordar los problemas que generan los residuos electrónicos, así como para llamar la atención sobre la huella ecológica y las pequeñas actuaciones que cada uno puede poner en marcha para mejorarla.

"Muchas veces los residuos electrónicos que generamos se llevan a los países del tercer mundo, donde resulta mucho más barato gestionarlos", explica Héctor Martínez, estudiante de Mecánica antes de denunciar cómo "se generan mafias para la reventa o para utilizar los materiales de los que están compuestos los aparatos".

A ello hay que sumar que el crecimiento exponencial de residuos electrónicos en Europa se convierte en otros países en una constante acumulación de vertederos incontrolados, con el consecuente impacto para la flora y la fauna. Además, un reciclaje incorrecto de los residuos y sus componentes lleva a la contaminación del entorno y pueden llegar a tener consecuencias nefastas para quienes tratan de ganarse la vida con ello. "Los trabajadores de estos vertederos ilegales sufren enfermedades respiratorias graves, porque queman los plásticos para obtener el cobre", alertan los alumnos.

Por eso ayer quisieron apuntar a sus compañeros, como parte del trabajo de la asignatura de Cooperación, algunas posibles soluciones. "Concienciar sobre el reciclaje, la reutilización de los dispositivos o la donación a organismos con fines benéficos", apuntaba Carla Suárez.

Durante la mañana repartieron encuestas entre los estudiantes para dar a conocer, además, el impacto de la huella ecológica asociada a este tipo de consumo. Es decir, la diferencia entre la demanda humana y la capacidad de regeneración de los recursos. "Generamos demasiados residuos porque consumimos más de lo que necesitamos", convienen los alumnos, conscientes de que la clave para la moderación está en "la responsabilidad".