La finca de Quinta La Vega, un singular enclave en la parroquia de Jove, ya es un espacio abierto a la ciudadanía, que podrá disfrutar libremente de su esplendoroso jardín de 7.000 metros cuadrados después de que el Ayuntamiento sellase ayer la compra de la misma al Puerto de Gijón por 1,3 millones. En el acto se firmó el acuerdo y se hizo entrega a la Autoridad Portuaria de un cheque por más de 900.000 euros, la cantidad que quedaba pendiente de pago. "Espero que esta operación nos anuncie un futuro de progreso", señaló la alcaldesa, Carmen Moriyón.

Aunque ya se conocían muchos de ellos, Rubén Hidalgo, gerente del Centro Municipal de Empresas, detalló ayer los usos que tendrá el inmueble a partir de ahora. Se prevé que sea un núcleo impulsor de "empresas que no son agresivas con el entorno urbano, sino todo lo contrario: empresas de economía verde, alimentación saludable y eficiencia energética".

Especial hincapié se hizo en el impulso que se le pretende dar a la industria agroalimentaria asentada en Gijón enfocándola hacia "los nuevos hábitos de consumos saludables", según explicó Juan Díaz, director de Asincar, el centro tecnológico agroalimentario para la industria asentado en Noreña que colaborará activamente en el desarrollo de este uso en la Quinta La Vega. "Nuestros objetivos tienen un encaje perfecto en estas estrategias de 'Gijón azul' y 'Gijón verde'. La alimentación saludable es una cuestión que no se le escapa a nadie que preocupa al consumidor. Las pymes agroalimentarias o transformadoras de la pesca también están obligadas a adaptarse a estos cambios de hábitos de consumo. Este laboratorio para el ensayo de productos puede ser de gran utilidad para la industria de Gijón", recalcó Díaz.

Se refirió así a uno de los equipamientos más punteros que albergará este nuevo centro de empresas: un laboratorio para compartir entre las empresas que tengan presencia en Quinta La Vega. En el mismo se investigará sobre el desarrollo de nuevos productos que respondan a los hábitos de comida saludable, entre otras cosas.

Además del laboratorio, y de una superficie de 595 metros cuadrados para oficinas de las empresas que allí se asienten, el centro contará con un espacio dedicado a un aula divulgativa. "Queremos sensibilizar a colegiales y alumnos de institutos. Que éste sea un espacio abierto a la sociedad y la gente que trabaje aquí pase por el aula a educar a los más pequeños", indicó Rubén Hidalgo.

Laureano Lourido, presidente del Puerto, destacó que "el hecho de que sea el ayuntamiento el receptor es la mejor garantía de que este equipamiento va a beneficiar al mayor número posible de vecinos" y alabó la actitud de Carmen Moriyón: "Es una alcaldesa siempre atenta y por ello no deja de ser exigente con la primera infraestructura de Gijón y Asturias, que es nuestro puerto". Asimismo ensalzó "el compromiso de la Autoridad Portuaria con la ciudad: a veces es difícil diferenciar donde empieza la ciudad y termina el puerto, y viceversa". Se selló así la apertura a la ciudadanía de un activo que era "ocioso" para El Musel.