Dos vecinos de Gijón, de 38 y 40 años de edad, fueron detenidos por sustraer joyas valoradas en 3.000 euros del domicilio en el que trabajaban realizando unas reformas. La propietaria se percató del robo y pidió explicaciones a los trabajadores, que negaron ser los responsables. Los trabajos policiales averiguaron que las joyas habían sido vendidas por uno de los obreros que admitió actuar en connivencia con otro de sus compañeros. Además las obras de reforma en la vivienda no fueron finalizadas a pesar de haber adelantado el dinero presupuestado.