Este es el comienzo de una de las frases que más escuchamos los podólogos en nuestras consultas todos los días: "Me duele la uña...".

La causa más común para el dolor localizado en la lámina ungueal o uña es por la lesión de la propia uña sobre los rodetes laterales. Las razones para que esto se produzca pueden ser múltiples. Para que una uña se clave en la piel que la bordea, existen desde factores externos, como el uso de calzado inadecuado, factores intrínsecos del dedo debido a una forma ósea determinada, etcétera. Pero las consecuencias de dicha lesión son similares, provocando dolor, tumefacción, enrojecimiento e infección.

Los tratamientos los podemos diferenciar en dos tipos: uno basado en tratar únicamente la lesión eliminando la porción de uña clavada y realizando curas de la zona afectada, y una segunda opción basada no solo en tratar la lesión, sino también en diagnosticar la causa por la cual la lámina ungueal genera dicho problema y solucionarlo de forma permanente.

Dentro de esta segunda opción de tratamientos encontraríamos la cirugía ungueal, cuyo fin es el de realizar una reconstrucción no solo de la lámina ungueal que genera la lesión, sino también de los canales que rodean la uña y que se han visto afectados, consiguiendo de una manera rápida y eficaz la solución de toda patología. Se trata de cirugías muy sencillas que se realizan mediante anestesia local, en las cuales uno se va caminando únicamente con un vendaje oclusivo del dedo intervenido, no es necesaria ninguna baja laboral para estos procedimientos, y con unos porcentajes del 90% de efectividad.

Existen multitud de técnicas que variarán en función de la patología, del paciente y del especialista que realice la intervención.

Más información:www.jlmartinezpodologia.com