La Fundación de Huérfanos del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) asiste en toda España a 1.431 personas (46 en toda Asturias) ofreciendo apoyo psicológico, educativo, social y económico gracias a las aportaciones voluntarias del 52% de los agentes. Su presidente, Gonzalo Alonso, recorre ahora las comisarías nacionales -ayer visitó la de El Natahoyo- explicando su labor y en qué se invierte el dinero recibido. Lo hizo con la proclama de que apoyar a los hijos de sus compañeros fallecidos es "la solidaridad más cercana" que pueden desempeñar los policías.
- ¿Qué objetivos tienen?
-Atender a todos nuestros huérfanos, a sus padres y madres. Ayudarles económicamente y en todo lo que se pueda. Para ello contamos con educadores, psicólogos y trabajadores sociales que trabajan por ellos, por los 1.431 huérfanos que atendemos hoy día a nivel nacional, 46 en Asturias.
- ¿Hasta qué edades asisten?
-Hasta los 30 años. Las prestaciones económicas son hasta los 18 años siempre que se gane más del salario mínimo interprofesional. De no trabajar puede llegar a los 24 años. De los 24 a los 27 años les ayudamos en los estudios, con becas que sirvan como estímulo porque van en proporción a la situación económica de la familia pero también al resultado académico.
- ¿Todas iguales?
-Van en función del tipo de estudios que desarrollen, es decir, no es lo mismo un curso sencillo allá donde vives que si vas a hacer una carrera fuera de tu ciudad porque eso supone pagar una habitación, comida y en ese caso se incrementan las ayudas. Damos una atención personalizada en función de cada familia.
- ¿Estas situaciones no las cubren las administraciones?
-Llegamos donde la administración muchas veces no alcanza. Tenemos familias que por no estar casada la pareja o no reunir las condiciones exigidas para cobrar la pensión de viudedad no lo reciben y solo les queda la pensión de orfandad. La Fundación da un aporte extra para que salgan adelante.
- ¿Ayudan a los hijos o también al cónyuge?
-La parte económica es para los hijos, administrada por los padres. La atención psicológica que prestamos va para padres e hijos porque si atendemos al padre o a la madre estamos atendiendo a los hijos.
- ¿Contactan ustedes con las familias?
-Siempre que fallece un compañero nos lo comunican. Una profesional de la Fundación contacta con la familia y le requiere la documentación. Después contacta una psicóloga. A partir de ahí tenemos una educadora que llama periódicamente a los padres para preguntar cómo van en el colegio, sus notas, si detectan problemas con compañeros o profesores.
- ¿Influye si es muerte estando de servicio o natural?
-Las ayudas son iguales sean en acto de servicio, por terrorismo o muerte natural. No hacemos diferencia en el tipo de pensiones como hace el Estado. Las ayudas son iguales y van en proporción a la situación económica de la familia.
- ¿Y si el que enviuda es un agente?
-También asistimos pero ahí las ayudas son menores económicamente aunque la atención psicológica o los cursos de orientación laboral y profesional son iguales. Esto es importante porque a veces un policía que se queda con dos niños pequeños no sabe qué decir, ni qué hacer, ni cómo afrontar según qué situaciones y les ayudamos.
- ¿El cese de los asesinatos de ETA ha rebajado el número de beneficiarios?
-No. El porcentaje de fallecimientos por ETA no era tan importante en número como las muertes naturales en causas conocidas como infartos, enfermedad o cáncer. Suicidios, también. Pero no ha incidido mucho.
- ¿De dónde provienen sus ingresos?
-Todo el que quiera puede aportar, como en cualquier otra fundación; en la nuestra con una desgravación fiscal que puede llegar hasta el 75%. Pero básicamente las donaciones que tenemos son cuotas que pagan los propios funcionarios de policía. El índice de benefactores es de más de 38.000 funcionarios, lo que supone un 52% del total de policías. En Asturias hay 964 benefactores de 1.649 policías, el 60%. Al contrario que en otros cuerpos, aquí la aportación es totalmente voluntaria.
- El miércoles estuvo en Oviedo y hoy (por ayer) en Gijón. ¿Qué le trae por Asturias?
-Con la crisis hay gente que se ha dado de baja. Ahora visitamos a todas las plantillas para explicarles nuestra labor, en qué se invierte el dinero y las prestaciones que damos. Nos reunimos con las familias y les conocemos personalmente. Y muy importante, promovemos que familias nuevas se encuentren con otras que ya llevan tiempo. A veces el que mejor puede ayudar en este tipo de situaciones es quien ya ha pasado por ellas.
- ¿Qué perspectivas tienen?
-Mejorar la atención que prestamos. Incidimos mucho en mejorar la formación para ayudarles a encontrar trabajo e integrarse en el mundo laboral porque el paro juvenil es grande. Asesoramos en cómo elaborar un currículum, cómo preparar una entrevista de trabajo, a usar Linkedin y redes sociales o habilidades sociales como hablar en público y negociación de conflictos.
- Una vez cumplen los 30 años, ¿mantienen la relación?
-Es otro de los objetivos, crear una red de voluntariado porque son muchos los que quieren devolver el favor y la atención que les dio la Fundación de manera altruista.
- ¿Por qué colaborar con la Fundación?
-Hoy día, por desgracia, son muchas las causas solidarias a las que se puede atender. La fundación para los policías es ayudar a quien tienes al lado. Es la solidaridad más cercana.