Los 25 años del premio al mejor póster científico elaborado por residentes del hospital de Cabueñes y de Jove se celebró ayer con muchos recuerdos a los inicios de una exitosa iniciativa, que impulsó la exdirectora médica Matilde Roza, y también con la presencia y la aportación de María Neira, directora del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS. La asturiana insufló a los médicos residentes del área V su pasión por la salud pública, una especialidad que ella descubrió después de formarse como endocrinóloga en París y tomarse un tiempo para trabajar en un campo de refugiados con Médicos Sin Fronteras. Y ahí dejó de ver la sanidad compartimentada y parcial de las especialidades para descubrir que "la responsabilidad de la salud pública global la tenemos todos".

Sobre las prioridades y las alertas en este campo, María Neira citó unas cuantas: la contaminación ambiental, la falta de acceso a agua potable y saneamiento, la basura electrónica, o los disruptores endocrinos. Sobre la contaminación del aire, Neira fue insistente al advertir a los jóvenes médicos que "necesitamos que se oiga más la voz de los que tratáis a la población con este tema: los internistas, pediatras, neumólogos... Sólo así se tendrá en cuenta cómo afecta a la salud de las personas. Tenemos que protestar y ser más influyentes. No permitáis que os encasillen en la asistencia hospitalaria. La política energética es política sanitaria y es en los hospitales donde empieza a gestarse todo. Que vuestra voz sea, como antaño, la de aquellos médicos humanistas que se metían en todo y que hacían promoción de la salud en general". Neira reclamó que se siga teniendo en cuenta que la de España es una de las mejores sanidades del mundo, pero "para proteger este sistema hay que seguir invirtiendo, y a lo mejor el dinero no tiene que venir sólo del Ministerio de Sanidad, sino igual también del de Energía".