La Coordinadora Ecologista de Asturias ha denunciado sendos picos de contaminación que se han registrado hoy en las estaciones de control de la Avenida de la Constitución y de la Avenida de Castilla.

En la primera de ellas, los niveles de benceno, un producto químico cancerígeno, pasaron de 1,64 microgramos por metro cúbico a las ocho de la mañana de hoy a 10,21 microgramos por metro cúbico una hora después, lo que supone un incremento de más del 522 por ciento. La estación de control atmosférico de la Avenida de la Constitución es la única del concejo que mide niveles de benceno en el aire.

El portavoz de la Coordinadora Ecologista, Fructuoso Pontigo, señala que "venimos reclamando desde hace años que debe haber medidores de benceno mas cerca de la industria que de datos de este peligroso contaminante en continuo, no es razonable que solo haya este medidor en continuo en todo el área de Gijón" y recuerda que el valor de referencia anual en las guías de la Organización Mundial de la Salud (OMS) esta 1,7 microgramos de benceno por metro cúbico de aire de media anual, mucho menos que "la tolerante normativa española está en 5 microgramos por metro cúbico de media anual para este peligroso contaminante".

En los últimos años, este contaminante que no es habitual en Gijón, al contrario de lo que ocurre con las partículas de reducido tamaño, las inferiores a 10 micras (PM 10) y las inferiores a 2,5 micras (PM 2,5). En este sentido, la Coordinadora Ecologista apunta que esta madrugada se produjo un pico contaminante de PM 10 en la estación de medición de la Avenida de Castilla, donde a las cuatro de la madrugada había niveles de 115 microgramos por metro cúbico de aire de PM10, frente a los 23 microgramos registrados en la medición de la hora inmediatamnete anterior.

La Coordinadora señala que "los picos de contaminación atmosférica disparan los ingresos hospitalarios en Asturias por enfermedades respiratorias de acuerdo a un estudio epidemiológico realizado por la consejería de Sanidad del Principado de Asturias. La evidencia científica no sugiere ningún umbral por debajo del cual no se prevean efectos adversos en salud tras la exposición a las partículas. Aún por debajo de los niveles de calidad de aire considerados como seguros por la legislación ambiental, las partículas se asocian con efectos nocivos sobre la salud, por lo que la OMS recomienda lograr las concentraciones de partículas más bajas posibles. Recomendación que el Principado incumple de forma significativa".