La economía mejora y el paro va aflojando poco a poco, pero los sueldos crecen a ralentí. Sobre la exigencia de mejoras salariales pivotaron ayer varias de las grandes reivindicaciones sindicales del Primero de Mayo, cuya principal manifestación asturiana se celebró en Avilés. Los sindicatos elevaron el tono contra los empresarios. "Sólo están creciendo las rentas empresariales", arremetió Antonio Pino, líder regional de CC OO. El secretario general de UGT, Javier Fernández Lanero, golpeó en la misma dirección: "No hay excusas para que los beneficios no se repartan con los trabajadores, estamos ante una corrupción laboral".

Las subidas salariales de muchos convenios están pendientes de un acuerdo nacional entre patronales y sindicatos que no acaba de llegar sobre el marco de las subidas salariales. Para el caso de que ese pacto no se desbloquee, el líder nacional de UGT, el asturiano José María Álvarez, lanzó la siguiente advertencia en Madrid: "Si no hay acuerdo, el proceso de negociación de los convenios sectoriales y de empresa se va a convertir en un calvario para los empresarios".

En Avilés, donde los sindicatos congregaron a unos 15.000 manifestantes, según las cuentas sindicales (7.000 según la Policía Local), otro de los focos de la ira de las centrales fue el Gobierno central. Reclamaron, asimismo, una respuesta más enérgica de las instituciones asturianas en defensa de los intereses de la región. Los sindicatos instaron al Ejecutivo asturiano a salir a la calle ante "los agravios" a la región. "A los asturianos se nos está faltando al respeto", dijo el ugetista Lanero, en referencia a los recortes de inversión pública y a la situación de la variante de Pajares. "Hay que buscar apoyos y plantar cara al Gobierno central con movilizaciones", jaleó Pino. El sindicalista de CC OO también lanzó un mensaje a las fuerzas de la izquierda regional, a las que pidió más unión usando un símil literario: "Que se dejen de riñas de gatos".