Agentes de la Policía Nacional han detenido a un vecino de Gijón de 43 años de edad por estafar unos 100.000 euros a personas de Marbella, Gijón y León a quienes engañaba para que efectuasen disposiciones patrimoniales fingiendo ser socio de reputadas empresas españolas o familiar de algún político.

La investigación se inició en Marbella con la denuncia de una mujer que manifestaba que había conocido a una persona que le había asegurado ser el director territorial de un banco y socio de una conocida empresa española, que podía ayudarla con la gestión de la herencia de su padre. La mujer que, tenía problemas con otros familiares por el reparto de los bienes, confió en el supuesto banquero y dispuso todo su patrimonio, unos 80.000 euros a su libre disposición esperando no tener litigios con otros herederos. Con sus habilidades dialécticas, su seguridad y su cuidada apariencia engañó a esta mujer gestionando su patrimonio a su conveniencia, creando cuentas y tarjetas con distintas entidades y teniendo plena libertad para disponer de su efectivo. Con un relato técnico de movimientos de capitales y de adquisición de acciones, la fue engatusando mes tras mes, hasta que la evidencia de la falta de liquidez la convenció de haber sido víctima de una estafa. En el proceso de confianza plena en su gestor, recomendó su labor a su madre y otras amigas que también realizaron disposiciones patrimoniales a favor de este hombre para que realizase inversiones que nunca se llevaron a cabo.

En el transcurso de la investigación los agentes comprobaron que el autor era un vecino de Gijón que, después de haber cometido el engaño había regresado a su ciudad de residencia para seguir utilizando su fingida personalidad y valerse de ella para engañar a más personas.

De este modo, para seguir con su papel de hombre de negocios con alto poder adquisitivo, utilizó el dinero conseguido de forma fraudulenta en la ciudad malagueña, para adquirir ropa y complementos de firmas en un conocido centro comercial al que acudía casi todos los días. En su visita continuada a las tiendas, iba engañando a los dependientes a quienes contaba ser un gran empresario, socio del propio centro e inversor en otros negocios prósperos del país. Esta amabilidad impostada le llevó a conseguir nuevas víctimas a quienes realizó promesas de trabajos futuros, ascensos o negocios de lo más ventajosos.

En el marco de los nuevos contactos adquiridos, convenció a un taxista, a quien convirtió en su chófer personal, a realizar compras de ropa y joyas en el centro comercial por valor de 6000 euros con la promesa de reintégraselos con descuentos y bonificaciones. La relación entre conductor y cliente se hizo tan estrecha que el taxista le invitó en varias ocasiones a pasar unos días en un chalet de su propiedad en un pueblo de León. En esas visitas el supuesto empresario manifestó su intención de adquirir varios chalés embargados de la zona y hacer inversiones patrimoniales. Siguiendo con su fábula de gran inversor, convenció a un vecino del pueblo para mediar en la adquisición de un inmueble y conseguirle un gran descuento en el precio final.

Fue detenido por agentes del Grupo de Delitos Económicos de la Comisaría de Gijón desplazados a esa localidad leonesa, cuando se disponía a cerrar el trato de la venta fraudulenta de ese inmueble. En el momento de la detención se enfrentó a los agentes y se negó a salir del vehículo en el que viajaba. Pese a su resistencia, fue finalmente detenido con el apoyo Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del pueblo leonés.

El arrestado tenía antecedentes estafa, lesiones y atentado. Además tenía vigentes tres órdenes de detención de Juzgados de Mieres y Lena por estafa y delitos contra la seguridad del tráfico. El Juzgado de Instrucción de Guardia decretó su ingreso en el Centro Penitenciario de León en Mansilla de las Mulas.