Los hermanos Castiello, Eduardo y Corsino, fueron emboscados y muertos el 27 de enero de 1948 en la playa de La Franca (Rivadedeva). Dos de las víctimas de la guerrilla asturiana aquel día, cuando los "fugaos" sufrieron una de las mayores operaciones de infiltración y liquidación por parte del aparato policial franquista en los quince años de resistencia en los montes.

Y una de las historias que está entre los materiales de "Los Castiello. La lucha por la libertad", la última película del documentalista Luis Felipe Capellín (Cangas de Onís, 1951). El que fuera dirigente del PCA y de CC OO, afincado en Gijón desde su juventud, lleva años contando con su cámara algunos notables pasajes de la memoria social y política del antifranquismo asturiano: "Felipe Matarranz: siempre guerrilleros, nunca bandoleros; "Guerrillero Quintana", Remolina" o "Morir en el Tarronal", por citar sólo algunos títulos. Tiene acabada "Antonio El Maquí". Su película sobre los Castiello, los hermanos de Peón (Villaviciosa) que se tiraron al monte en 1937, junto a su padre José María, dura sesenta minutos y se estrena hoy en el Centro Antiguo Instituto (19,00 horas).

¿Por qué ese interés por los Castiello? "Fue una de las familias que más sufrió la represión franquista; todos los que llevaban el apellido fueron perseguidos", cuenta Capellín. El cineasta hilvana uno tras otro los muchos episodios en que todos y cada uno de los Castiello, incluidos primos que apenas conocían a Eduardo y Corsino, sufrieron todo tipo de atropellos y torturas. También su hermano menor, que tenía nueve años cuando los sucesos.

Nonagenario, José Manuel Castiello vive aún y ha escrito un conmovedor libro. Sus recuerdos alimentan esta cinta de Capellín, donde se cuentan los asesinatos, violaciones y encarcelamientos de una familia del PCE que, al inicio de la Guerra Civil, tenía una importante casería en Peón. Los Castiello sobrevivieron nueve años en el monte por el apoyo vecinal.