"Llevar una dieta equilibrada y hacer ejercicio cotidiano moderado es la mejor defensa contra el ictus. Hay que empezar a prevenir desde niños, porque la arteriosclerosis ya empieza a ocurrir con 20 años, aunque luego no se manifieste hasta los 50". Sergio Calleja, neurólogo y coordinador de la Unidad de Ictus del Huca (Hospital Universitario Central de Asturias), ofreció ayer una charla en el recinto ferial en el evento Norbienestar sobre la importancia, actuación e identificación del Código Ictus, un protocolo de actuación que, si se lleva en menos de cuatro hora y media tras sufrir el infarto cerebral, dejará muchas menos secuelas.

Sergio Calleja resaltó además que la población de mayor riesgo se sitúa en los varones entre los 45 y los 65 años, y apuntó también que los casos han aumentado un 40% en los últimos veinte años entre la totalidad de la población asturiana. También añadió que en Asturias, al igual que en el resto del país, "el ictus incide un poco más en varones que en mujeres, pero suele afectar de forma mucho más grave a ellas porque suelen tener más edad cuando lo sufren, por eso el primer factor de riesgo y más potente es el de la edad".

Otro de los datos que facilitó el coordinador de la Unidad de Ictus del Huca fueron los avances en torno al tratamiento de la trombectomía mecánica, que como explicó "consiste en enganchar un catéter", y añadió que "la eficacia de esos tratamientos es de un 90% después de abrir la arteria". Lo más resaltable es que el porcentaje de personas que vuelve a tener una independencia completa después de sufrir el ictus supera el 50%, según resaltó Calleja. "Eso es muchísimo más de lo que se conseguía en el pasado", subrayó.

De cuatro a seis horas

En la actualidad el tiempo estimado para poder actuar con garantías en el paciente que sufre un infarto cerebral es de cuatro horas y media, pero para el futuro Sergio Calleja resalta la necesidad de "actualizar los protocolos, porque hace muy poco tiempo han salido estudios que dicen que entre las cuatro horas y media y las seis horas después de sufrir el ictus el paciente podría seguir beneficiándose aún". Y añade también que se deberá trabajar en "la revisión de los circuitos de derivación y ver si los hospitales de referencia están bien distribuidos y si se podría optimizar eso".

En esa misma línea recordó, sobre la necesidad de una rápida actuación, que "es muy importante localizar el punto donde está obstruida la arteria y abrirla lo más rápidamente posible" y puntualizó que a medida que pasan los minutos "el cerebro va desangrándose, es decir, va muriéndose parte del cerebro, por eso cuando antes lleguemos menos masa cerebral se va a morir".

Aprovechando su presencia en el recinto ferial Luis Adaro dentro de Norbienestar, evento con presencia de numerosas empresas, Sergio Calleja indicó sobre la vida laboral que "un factor importante a la hora de producirse un ictus es el estrés. Y el estrés laboral aumenta ese riesgo, aunque también lo hace el estrés de estar parado y no llegar a final de mes. Todo lo aumenta".

Las principales secuelas que producen los ictus pasan en primer lugar por las deficiencias en la movilidad y después por los trastornos del lenguaje. "Pero también hay muchos defectos cognitivos, que no se aprecian a primera vista, y a los que hay que darles más visibilidad", resalta Calleja, que concluye con una valoración positiva sobre el ictus: "Los asturianos estamos concienciados. Ahora vamos muchos antes al hospital que hace quince años si notamos algún síntoma".