Ciudadanos quiere que el Ayuntamiento asuma un papel de liderazgo en el control de las toneladas de alimentos que acaban en la basura pese a ser aptos para el consumo. El concejal de la formación naranja, José Carlos Fernández Sarasola, lleva el asunto al Pleno a través de una iniciativa que supondrá poner en marcha un plan de aprovechamiento de alimentos con dos objetivos claros.

Por un lado la concienciación a toda la cadena alimentaria, de productores a consumidores, de la necesidad de optar por un consumo responsable que reduzca la cantidad de alimentos que se desperdician. Y por otro, el impulso de acuerdos entre los sectores hostelero y comercial y entidades como el Banco de Alimentos o la Asociación de Caridad para darle salida a esos alimentos que se pueden comer sin problemas pero que se descartan por razones estéticas o de consumo preferente.

El Ayuntamiento podría ser el primero en dar ejemplo ya que, en datos aportados ayer por Sarasola a partir de un estudio de Emulsa de hace dos años, en los comedores escolares se tiran a la basura cada semana unos 305 kilos de alimentos. La ratio de desperdicio alimentario es de 1,12 kilos por semana y alumnos.

Los últimos estudios de la Unión Europea hablan de 89 millones de toneladas de comida que se tiran cada año. España es el sexto país donde más se desperdicia con 7,7 millones de toneladas. De la comida "salvable" el 80% acaba en los contenedores.