El fiscal ha mantenido la petición de un año de cárcel por un supuesto delito menos grave de amenazas cometido por M. A. S. R. quien el pasado 21 de junio apuntó con una pistola de perdigones de aire comprimido, descarada, a un hombre que estaba junto a su hijo pequeño en un bar de la calle Alcarria, de Gijón.

El juicio ha quedado visto para sentencia esta mañana en el juzgado de lo Penal número 1 de Gijón. La defensa alegó que el acusado actuó bajo los efectos del alcohol y del consumo de drogas y consideró los hechos un delito leve de amenazas, lo que acarrearía una condena de multa.

La pistola estaba descargada y el acusado portaba munición de un calibre distinto. En su declaración de esta mañana apuntó que había adquirido el arma para regalársela a un sobrino de 13 años de edad y que no recordaba nada de lo acontecido hasta que al día siguiente se despertó en el Hospital de Cabueñes custodiado por la Policía. Los análisis que le realizaron en el hospital arrojaron un nivel de alcohol en sangre de 2,99.

La víctima relató que el acusado, sin mediar palabra, se colocó tras él, encañonándolo y diciéndole que le iba a matar. Tras poner a salvo a su hijo, diciéndole que fuese con su madre, a quien en esos momentos le estaban haciendo una entrevista para entrar a trabajar en el local, la víctima se dio la vuelta y consiguió desarmar a M. A. S. R., que quedó semiinconsciente tendido en el suelo en la calle.

La mujer de la víctima tuvo que ser atendida por un ataque de ansiedad y también precisaron asistencia tanto M. A. S. R. como la víctima de las amenazas.

Varias personas avisaron del percance a la Policía, que acudió al lugar requisando el arma y arrestando al acusado, quien al parecer había estado insultando a otros clientes del mismo local antes de encañonar al padre acompañado de su hijo.