Desde hace semanas, muchos de los miles de pasajeros de la Empresa Municipal de Transporte Urbano de Gijón (Emtusa) se han visto sorprendidos por la inclusión de un nuevo cartel, más allá de los habituales que tiene pegados la compañía en sus buses con mensajes tanto en castellano como en asturiano. En este caso el texto es singular: "Queda prohibido grabar y/o realizar fotos en el interior de este vehículo, así como su difusión a terceros"; o, en asturiano: "Nun ta permitío grabar y/o facer semeyes dientro d'esti vehículu, como tamién difundilos a terceros".

La imagen que acompaña al texto es clara: una mano sosteniendo un móvil con cámara tachada. Son muchos los que se han preguntado por esta curiosa prohibición, dado que, sin ir más lejos, no es raro ver a gente haciéndose un selfi mientras viaja en el autobús. Asimismo, los carteles han originado diferentes elucubraciones en torno al motivo del veto a las cámaras en el interior del transporte público. Hay quienes opinan que se trata de una medida para proteger al conductor o incluso quienes piensan que es una medida de seguridad contra el terrorismo.

Sin embargo, desde Emtusa simplifican la cuestión. "Está prohibido hacer fotos y grabar no porque lo diga Emtusa sino por la ley de protección de datos", señalan desde la compañía. Es decir, aseguran que ha sido una mera adecuación a la Ley Orgánica 15/1999 y, en concreto, a sus artículos 3.i, 5, 6 y 11.

Igualmente, fuentes de los empleados de Emtusa recalcan que se trata de "garantizar el derecho a la imagen e intimidad del trabajador y los pasajeros, porque es un lugar de trabajo y no la vía pública". Lo que no se especifica en el cartel son las consecuencias que puede tener hacer una foto en el bus.