La Consejería de Medio Ambiente del Principado ha abierto un expediente sancionador a ArcelorMittal por haber iniciado el derribo de las viejas baterías de coque de la factoría de Veriña antes de haber obtenido la Declaración de Impacto Ambiental. Arcelor está tramitando conjuntamente ante el Principado la declaración ambiental para la demolición y para la reconstrucción de la instalación. En una Declaración de Impacto Ambiental la administración puede imponer restricciones o medidas correctoras a los proyectos presentados para minimizar los daños medioambientales.

IU y Ecologistas en Acción habían denunciado el inicio del derribo de las viejas baterías sin la obtención de la declaración ambiental. Arcelor comenzó el pasado 28 de marzo a derribar el refractario de los hornos de coque, tras varias semanas achatarrando elementos de las instalaciones. La siderúrgica había asegurado que para el derribo sólo precisaba licencia de obras municipal.

En cambio, el Servicio de Evaluación Ambiental del principado había emitido un informe el pasado 30 de diciembre en el que indicaba que el achatarramiento de equipos y el desmontaje del refractario "deberían supeditarse a la emisión de la Autorización Integrada Ambiental".

El Servicio de Control Ambiental del Principado inspeccionó la instalación el pasado 7 de abril, "constando que las obras de desmantelamiento y demolición estaban en ese momento en marcha. En concreto se estaba demoliendo el bloque superior de los hornos y refractario de la batería 1", labor que la empresa había identificado en el número 21 de realización en el cronograma de las obras que había aportado al Principado el 10 de marzo, a requerimiento del Servicio de Control Ambiental.

El pasado 21 de abril el Servicio de Control Ambiental trasladó a la Secretaría General Técnica de la Consejería de Medio Ambiente propuesta de apertura de expediente sancionador a Arcelor.