Era de esperar pero no por ello fue menos espectacular. Ricky Martin ha desatado la locura en Gijón. Tanto es así que una hora antes de la apertura de las puertas al patio de la Laboral, donde se celebró el concierto del portorriqueño, y tres horas y media antes de que comenzasen a sonar sus canciones la cola ya era tremenda y llegaba hasta las instalaciones de Laboral Centro de Arte.

De hecho, las primeras en la cola, donde hay mayoría femenina y la edad media es joven, llevaban esperando desde las 8.30 horas de la mañana frente al histórico edificio gijonés. Otros muchos optaron por los relevos. Incluso los clientes premium, que pagaron 100 euros por la entrada y por ello tienen derecho a un sitio preferente en el patio, han hecho su propia cola.

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Los fans de Ricky Martin hacen cola para su concierto en Gijón

En la fila se entremezclaban bolsas de comida para amenizar la espera o los asientos improvisados, con las pancartas con palabras de aliento para el artista puertorriqueño e incluso algunos ensayos de coreografías improvisadas para aliñar un concierto que dio el pistoletazo de salida al verano musical gijonés.

En cuanto se dio la orden de apertura de puertas, a las 20 horas, comenzaron las carreras. Todos querían estar en primera fila, viendo a su ídolo al que, quien más quien menos, lleva décadas siguiendo.

El recinto, que tiene capacidad para 8.000 espectadores, y rozó el lleno, no dejó de vibrar con cada canción del puertorriqueño, que arrancó con temas en inglés como "Shake your Bon-Bon" para terminar por desencadenar la locura con "Adrenalina". Desde ese momento, el público no dejó de bailar.

Ricky Martin desata la locura en Gijón

Ricky Martin desata la locura en Gijón