El padre gijonés que lleva más de un año de lucha por traer a su hijo de Suiza. La sección séptima de la Audiencia Provincial de Asturias, con sede en Gijón, ha ratificado la concesión de la guarda y custodia del menor a su padre, "ejerciendo ambos progenitores conjuntamente la patria potestad" sobre el mismo. El régimen de visitas a favor de la madre queda circunscrito a los meses de julio y agosto y a la mitad de los periodos de vacaciones de Navidad y Semana Santa (años pares para el padre e impares para la madre). Incluye también una pensión de 100 euros mensuales a cargo de la madre.

Pese a tener la custodia del niño, otorgada por sentencia del Juzgado de Primera Instancia número nueve de Gijón en noviembre de 2016 y ahora ratificada por la Audiencia Provincial, su padre sólo dispone de cinco horas cada tres semanas para estar con él en el país helvético y siempre custodiado por un educador social que sostiene que cuando el menor está a solas con él "habla bien de su padre y de lo contento que está con las visitas". En cambio, si la madre está presente, la versión del pequeño es diferente por lo que se desprenden, según esta sentencia, "claros visos de manipulación procedente del entorno materno".

El niño nació en 2006 en Suiza pero pronto se vinieron a vivir a Gijón. Tres años después, sus padres se separaron sin formalizar la custodia hasta el año pasado. Apalabraron ir de mutuo acuerdo pero ella no se presentó a la cita, en enero de 2016. Tres semanas más tarde cogió las maletas y se llevó el niño a Suiza sin previo aviso y dando paso a una batalla judicial que hasta el momento siempre le ha sido desfavorable.

El padre gijonés, que acude regularmente a Suiza también ha encontrado el amparo de la justicia helvética en varias ocasiones. El 23 de junio de 2016 el Tribunal Cantonal de Lucerna vio ilícito el traslado del pequeño de Gijón a Suiza y ordenó la entrega a su padre. La progenitora recurrió una vez más pero el Tribunal Federal de Suiza -como el Tribunal Supremo español- ratificó la sentencia y añadió que el menor estaba siendo manipulado en virtud de una carta supuestamente manuscrita por el pequeño en la que criticaba al padre y al proceso judicial. Según la sentencia suiza "la carta está escrita en un alemán casi perfecto, con estructuras gramaticales relativamente complicadas, y parece que no haya sido redactada por un niño de su edad con el español como lengua materna, sino que ha sido dictada por una persona adulta". No obstante, la justicia helvética no termina de aplicar las sentencias y este padre gijonés, representado por el abogado Sergio Geijo, sigue separado de su hijo pese a que la justicia española le ha vuelto a conceder la razón.