"El Puerto nació en el puerto y morirá en el puerto". A Ceferino Rodríguez, presidente del Club de Fútbol Puerto de Gijón, le han dado un mes para vaciar las instalaciones en las que se ubica el emblemático equipo del barrio gijonés de Jove. La razón es que estos terrenos, cedidos por la Autoridad Portuaria, se encuentran dentro del plan de enajenación que impone Puertos del Estado. De hecho ya están a la venta y pueden encontrar pronto comprador.

Ferino, como le conoce la gente del fútbol, ve en esta situación un punto y final a los 28 años de historia de un club del que fue uno de sus fundadores y que además lleva dirigiendo desde el primer día. "Nos han ofrecido hablar con el Ayuntamiento para encontrar otra sede, pero les he dicho que no. Ahora sólo me preocupa moverme para colocar a los críos que tenemos jugando con nosotros", explica resignado al desenlace.

"Ha sido un palo", reconoce Ferino, que a sus 66 años ha dedicado media vida al Puerto, como se conoce popularmente al club que preside. "Nos pasó algo similar cuando teníamos el campo de arena, al otro lado de la carretera (avenida de Eduardo Castro). Sabíamos que algún día nos lo iban a quitar, pero al final aguantamos 16 años allí", explica sobre el segundo terreno de juego del que disponía el club en sus inicios, y que ya ha desaparecido. "Con el de hierba siempre pensamos que seguiríamos otro año, pero esta temporada ha sido la última", comenta este gijonés "nacido además en Jove", como él mismo recalca para subrayar su estrecho vínculo con el barrio.

El Puerto de Gijón cuenta en la actualidad con siete equipos. "Uno por cada categoría, desde prebenjamines hasta juveniles", señala Rodríguez. Hubo épocas doradas como en las que "llegamos contar con hasta diez conjuntos de base, e incluso tuvimos en Primera a todas las categorías, menos al infantil". Todos son recuerdos que añaden nostalgia a la situación y que se agolpan mientras la junta directiva cumple con el cometido de ir retirando de los despachos, poco a poco, trofeos, placas y fotografías. "Nos han ofrecido una nave para ir guardando todo, pero son tantas cosas...", explica el presidente, centrado en la organización de los actos de fin de temporada, que esta vez pueden ser ya un adiós definitivo.