Entre las 6.15 y las 7 horas de la mañana, tres autobuses de ALSA sufrieron ataques a pedradas entre la estación de autobuses de Gijón y Tremañes. Dos de ellos se dirigían a Madrid y al primero le destrozaron la luna trasera con una piedra, por lo que el conductor se vio obligado a regresar a la estación. Los pasajeros, no más de una decena, fueron apeados del autobús siniestrado y trasladados a otro para continuar la ruta hacia la capital de España.

"Escuchamos un ruido, pensamos que a alguien se le había caído el equipaje pero enseguida nos dimos cuenta de la rotura de la luna", explicó uno de los usuarios, de vuelta a la estación. El grupo pudo reanudar la ruta en otro vehículo media hora después.

El tercer ataque lo sufrió un vehículo que se dirigía a la cochera de Gijón sin pasajeros, a la altura de la avenida de la Constitución.

La Policía Nacional comenzó a escoltar a los vehículos que salen de la estación de Gijón y a investigar la identidad del autor o autores de los ataques.