"Levántate, puto gordo o, si no, te levanto yo". A estos improperios que una madre acusada de malos tratos físicos y psicológicos le profería a su hijo, de catorce años, se suman las agresiones injustificadas, los tirones de los pelos y los zarandeos que le propinó durante los dos últimos años y que han provocado en el menor secuelas psicológicas.

Estos supuestos episodios de maltrato doméstico le pueden suponer a la madre una condena de dos años de cárcel, inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad durante cinco años y la prohibición de acercarse al menor a menos de 500 metros durante otros tres años, como ayer solicitó la Fiscalía en sus conclusiones finales en el juicio que se desarrolló en el Juzgado de lo Penal número 1 de Gijón y que quedó visto para sentencia.

"Estoy perjudicada pero no tengo nada que ver con lo que se me acusa, jamás he pegado a mi hijo, esto es sólo la palabra de un menor manipulado por sus abuelos que le han vuelto en mi contra", se defiende la acusada en declaraciones a este medio. "Estoy sin medios ni recursos pero el niño se me fue de las manos al permitir que estuviera con sus abuelos porque lo han puesto en mi contra", incide.

Una versión radicalmente opuesta a la que relató la Fiscalía durante el juicio, que considera probado que durante el periodo de convivencia en Gijón con su hijo menor, nacido en 2003, esta mujer "le sometió de forma reiterada", al menos durante los años 2015 y 2016, a "agresiones injustificadas, tirándole de los pelos, zarandeándole e insultándole con expresiones como 'levántate, puto gordo o, si no, te levanto yo' (sic)". Unos episodios de malos tratos que han generado en el menor "un trastorno adaptativo y emocional que influye en su rendimiento académico y le producen un temor a salir del domicilio", según el criterio de la Fiscalía a tenor de los exámenes de los especialistas. Un cuadro médico que le tiene a tratamiento psicológico.

"Voy a rebanarle el cuello"

A estos hechos, ya de por sí duros para el menor, suma el Ministerio Fiscal otro incidente ocurrido el 14 de julio de 2016. Ese día, la acusada, que ya espera sentencia, envió un mensaje de texto al móvil del padre del menor, que ostenta su custodia en la actualidad. En él decía que "iba a rebanar el cuello a su madre -en referencia a la abuela paterna del menor y a la que culpa de los hechos-, matarlo a él e incluso, si hacía falta, también al niño". Estas amenazas también las leyó el menor.

Por consiguiente, la Fiscalía concluyó ayer ante el juez que los hechos son constitutivos de un delito de maltrato doméstico habitual y de dos delitos leves de amenazas por los que mantuvo su petición inicial de que se condene a la acusada a dos años de prisión, inhabilitación especial para el ejercicio de la patria potestad de cinco años, prohibición de toda comunicación y alejamiento de la víctima de 500 metros durante tresaños, privación del derecho a la tenencia y porte de armas durante tres años, y 40 días de localización permanente, más costas. Además, en concepto de responsabilidad civil reclama una indemnización para el menor (a través de su padre) de 3.000 euros.