Así titulaba el diario un reportaje sobre el centenar de trabajadoras de Confecciones Gijón (IKE), que ese mismo día cumplían dos años de encierro en su fábrica en demanda de soluciones. Decían, "no tenemos fuerza pero si sí tesón, hay que resistir". La lucha de las trabajadoras de IKE por su puesto de trabajo pasó a la historia de Gijón como un ejemplo, y hace 25 años decía el periodista: "En las paredes hay restos del esplendor de IKE, anuncios de camisas, máquinas cubiertas..."