El dicho popular "a tenor del burro, l'albarda" tiene su aplicación en sanidad. Y más en la sanidad pública, donde ningún contrato se firma sin que de por medio haya millones de euros. Ahora mismo se está tramitando el contrato de limpieza e higienización de todas las dependencias sanitarias del área sanitaria V, que incluyen mantener en estado de revista los 60.000 metros cuadrados del hospital de Cabueñes, 50.000 más de zonas verdes, aparcamientos y cubiertas; 40.000 metros cuadrados de centros de salud y consultorios periféricos, y otros 10.000 repartidos en los centros de especialidades y de salud mental.

El cálculo estimado que han hecho los expertos es que las horas mínimas de personal exigibles para ese gran contrato son de unas 300.000. Y con esas dimensiones, es evidente que la inversión a realizar en el área solo en limpieza integral de espacios, higinización, conservación, desinfección y desinsectación, recogida de ropa sucia y distribución de ropa limpia y gestión integral de residuos, va a salir por un ojo de la cara. En concreto, el contrato que se publicita fija un presupuesto base anual de 12,6 millones, que se convierte en 22,3 millones por dos años. Por comparación, la última ampliación de Cabueñes, que consistió en crear un nuevo bloque para la hemodinámica, costó 17 millones. El año pasado el intento de adjudicación de este contrato de limpieza -sin gestión de residuos- salió por 9,5 millones y quedó desierto.

Las exigencias que se incluyen en el contrato para mantener la limpieza de espacios de tanto riesgo e impacto como son los sanitarios son llamativas. Se detalla pormenorizadamente las áreas del hospital que se consideran de riesgo alto, medio o bajo, y en función a las cuales debe extremarse más o menos el cuidado. En los bloques de alto riesgo se fija hasta la periodicidad en la limpieza de las ruedas de los carros, y son varias las zonas dónde sólo se pueden usar paños y uniformes de un solo uso. Hasta las bayetas deben ser de diferente color según el uso y la zona. Por contrato, los retretes de zonas comunes deben revisarse cada tres horas.