Medio siglo después, la Perala podría volver a merodear por Gijón. Al menos, ese es el objetivo de una de las propuestas más llamativas presentada al proceso de selección de obras de los presupuestos participativos de la ciudad, que solicita colocar una estatua fiel a la imagen original de la mítica gijonesa en la Plaza Europa, antiguo parque infantil, por la que tantas veces transitó, peineta en ristre.

Pero para ello, la Perala ha de competir, ni más ni menos, que con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para cuya estatua a tamaño real algún gijonés también quieren reservar fondos municipales, con el objetivo de "estrechar relaciones" con el país de las barras y estrellas.

Éstas son algunas de las iniciativas más peregrinas que los gijoneses están aportando al novedoso proceso de presupuestos participativos abierto por el Ayuntamiento a finales de mayo y que en pocos días cerrará su plazo de propuestas. Para satisfacer las demandas ciudadanas, el consistorio reserva cinco millones de euros.

En los primeros puestos de las votaciones populares se encuentra la adecuación de las instalaciones de la Escuela de Rugby en Mata-Jove, con la finalización de las obras de los vestuarios y la construcción de un terreno de juego sintético; o la creación de un gran carril bici en la ciudad, enlazado y optimizado, que dé verdadera cobertura a los usuarios del velocípedo.

También se incluyen algunos proyectos que entroncan de lleno con el manido plan de movilidad sometido actualmente a debate, como la construcción de un aparcamiento disuasorio para furgonetas y caravanas a la entrada de la ciudad o la colocación de una rotonda en la intersección entre la avenida de la Constitución y la calle Velázquez, único punto negro de tráfico en la ciudad, recientemente modificado con el fin de mitigar los percances que allí se producían.

Pero si algún rasgo identificativo tienen estos presupuestos participativos, es su marcada afinidad con el medioambiente y los animales. Así, se resalta la necesidad de crear huertos urbanos en distintos puntos de la ciudad, como en los Centros Municipales Integrados o incluso la colocación de pequeños jardines en los techos de los autobuses "para absorber dióxido de carbono y reducir el efecto isla de calor".

Las otras grandes protagonistas son las mascotas. Las iniciativas "perros al bus" o "perros a la playa" son algunas de las que más votos atesoran de los usuarios de la plataforma que muestran su intención de acondicionar espacios para los canes tanto en el transporte público como en los arenales gijoneses.

Sin embargo, la Perala y Trump no son las únicas propuestas llamativas alentadas por los ciudadanos. Llama la atención la petición de tintar los cristales de las piscinas públicas para salvaguardar la intimidad de los usuarios, "especialmente los menores"; la posibilidad de techar la plaza de toros para que pueda acoger conciertos u otras actividades o la colocación de luz y red wifi en las paradas de taxis.