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MARIO FERNÁNDEZ | Psicoterapeuta y fundador del Instituto Gestalt Counselling

"El mundo de la emoción no se puede aprender hablando, sólo viviendo"

"El carácter no se puede cambiar, pero sí lo que podrían llamarse las influencias negativas, el efecto negativo del mismo"

Mario Fernández. JUAN PLAZA

Mario Fernández Alameda (Soria, 1953), psicoterapeuta y fundador del Instituto Gestalt Counselling, impartió el jueves una charla en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón, donde abordó las arquitecturas de la personalidad humana según la teoría del Eneagrama. Su conocimiento permite tomar las riendas de la propia vida para alcanzar el bienestar. Se define a sí mismo como un profesional que pertenece "a una línea de pensamiento que procede del Humanismo que centra su atención en las personas más que en los síntomas".

- ¿Qué es el Eneagrama de la personalidad y qué funcionalidad tiene?

-El Eneagrama es una teoría del comportamiento humano, como muchas otras teorías que hay dentro de la escuela psicológica. Lo que ocurre que ésta tiene una versión social, una forma fácil de llegar a ella para la mayoría de la gente, ya sea psicólogo o no. Se ha popularizado mucho en los últimos diez años y se está usando para muchas cosas: para movimientos de mejora empresarial, para selecciones de personal o para aspectos de desarrollo de las personas. También en el ámbito de la salud, no solamente mental sino en general, es un mapa que desarrolla una gran oportunidad de conocerse a sí mismo relativamente fácil. Lo cual es el principio de toda mejora de la salud: primero saber quién eres, cómo y dónde estás.

- ¿Qué son las emociones?

-Las personalidades humanas están confeccionadas con tres grandes mundos. El emocional, el mundo cognitivo y el del hacer, de la acción. Estas tres grandes sabidurías trabajan para un bienestar mayor del ser humano. Cuando una de éstas trabaja más que otras o trabaja menos produce desequilibrios. El eneagrama provee una forma fácil de entender cómo cada personalidad usa su mundo emocional. Los seres humanos tenemos una peculiaridad curiosa y es que no todo el mundo usamos el mundo emocional. Esto genera una diversidad en las formas en que nos presentamos los seres humanos en la vida y resolvemos los problemas.

- ¿Cómo se puede aprender a controlar el campo de las emociones? ¿Se aprenden estas cosas en el colegio?

-Ojalá se enseñara a los pequeños a gestionar el mundo emocional. Lo que tenemos a día de hoy es justamente lo contrario. Se reprime bastante el mundo emocional a favor del mundo cognitivo, del mundo de la lógica y el pensamiento. Ni uno ni otro es más importante. Son importantes los dos. La emoción no se puede aprender hablando de la emoción. Solamente se puede aprender viviendo. Es diferente conocer mucho del amor a enamorarse. Cuando uno se enamora vive una emoción y cuando uno habla del amor solamente está relatando un conocimiento que tiene. Cuando tienes rabia tienes rabia, cuando tienes deseo tienes deseo y cuando tienes cariño tienes cariño. Esto no es algo que se piense, sino que es algo que se siente. Es importante acercarse a ese mundo, aprender y saber gestionarlo. Es una gran vía de comunicación para todos los seres humanos.

- ¿Y el carácter? ¿Se puede cambiar?

-Digamos que se pueden cambiar las influencias negativas del carácter. Más que el carácter en sí, porque el carácter no es una cosa, es una estructura que se ha ido generando durante muchos años y mucho tiempo. El carácter tiene una cierta forma perniciosa de actuar en ciertos momentos que produce mucho malestar en las personas. Es como un coche en automático, como que no hay control sobre él. El carácter no es tan interesante cambiarlo porque una parte representa tu fuerza, otra parte representa tu malestar, pero lo que sí se puede cambiar y mejorar es lo que podría llamarse las influencias, su efecto negativo.

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