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La Figura De La Semana | PACO HERRERA | ENTRENADOR DEL SPORTING DE GIJÓN

Aquel jugador "tan pesado" que ahora dirigirá al Sporting

Centrocampista muy mandón, dio el salto a entrenador en el Badajoz y adquirió dotes de director deportivo en el Liverpool junto a Rafa Benítez

Aquel jugador "tan pesado" que ahora dirigirá al Sporting

Hijo de Juan y Dolores, Francisco Herrera Lorenzo nació en Barcelona un miércoles 2 de diciembre de 1953. Allí vivió durante sus primeros años de vida después de que su familia emigrara desde Andalucía hasta la capital catalana en busca de trabajo. Su padre, Juan Herrera, encontró empleo en el puerto de la Ciudad Condal, mientras que Dolores Lorenzo se ocupaba del mantenimiento de una playa localizada en la Barceloneta. La pareja andaluza tuvo tres hijos: Juan, Antonio y Francisco. El último de los tres nació catorce años después del primero, Juan. Los tres hermanos eran amantes del fútbol. De hecho, Juan llegó a debutar con el Barcelona y fue un espejo en el que mirarse para Francisco, quien ahora regresa al Sporting como entrenador cuatro décadas después de que vistiese la camiseta rojiblanca como jugador.

El pequeño Paco Herrera supo desde que era un crío que quería escribir su nombre en las páginas del fútbol. Con diez años se apuntó al Club de Fútbol La Damm, un equipo barcelonés de cantera del distrito de Nou Barris. Allí permaneció hasta los 18 años, cuando fue fichado por el Sabadell. De juveniles pegó el salto pronto a Segunda División, de forma que un año después de su llegada ya había debutado en la categoría de plata.

De Cataluña, y después de dos años en las filas del Sabadell, viajó hasta Gijón para vestir la rojiblanca y compartir vestuario con figuras como Quini, Churruca, Ciriaco y Valdés. En sus tres años en Gijón se dio cuenta de que había nacido para ser entrenador. Era un jugador "muy pesado" dentro del terreno de juego, según recuerdan quienes compartieron vestuario con él en Gijón. Hablaba mucho, corregía más y ordenaba sin parar? Se convirtió en la prolongación del entrenador. Paco Herrera jugaba de centrocampista "todoterreno". Corría, defendía, atacaba y se incorporaba al ataque como un delantero más. En El Molinón jugó tres temporadas: una en Segunda y dos en Primera.

En 1977 cambió Gijón por Valencia para defender el escudo del Levante. Dos años después llegó al Badajoz, el que fue uno de los clubes más importantes en su carrera profesional. En el equipo extremeño compitió durante ocho años y se convirtió en uno de los máximos goleadores de la historia del equipo, con alrededor de 80 dianas. Fue en el Badajoz donde Paco Herrera cambió su rol de jugador a entrenador. En la temporada 1986, y a la edad de 33 años, comenzó su etapa como técnico en un equipo de juveniles del club pacense. En su tercer año como técnico en el Badajoz dio el salto al primer equipo para ascender de Segunda B a Segunda División tras vencer en el último partido del "play off" por 5-1 frente al Cartagena.

Su vida en los banquillos siempre estuvo marcada por el hecho de alejarse de su familia. En alguna ocasión sus decisiones estuvieron condicionadas por el lugar de residencia de sus seres más cercanos. Exigente y con pasión por seguir aprendiendo cada día, Paco Herrera siempre se ha dejado aconsejar por su cuerpo técnico en momentos clave de la temporada. Los que le conocen saben de sus virtudes. Tiene un alto conocimiento de la Segunda División y una de sus mayores capacidades es la gestión del grupo, del vestuario. Lee, se informa, averigua nuevas maneras de entender el fútbol y estudia a los rivales en sesiones de análisis que realiza antes o después de cada entrenamiento. Además de todo ello es un hombre muy crítico con su trabajo. Muchas de estas cosas las aprendió en su etapa en Liverpool como segundo de Rafa Benítez.

El nuevo elegido para dirigir el barco del Sporting ejerció de empresario antes de dar el salto definitivo como técnico. En los inicios de la década de los 90, Paco Herrera era distribuidor oficial de la firma deportiva Puma en Extremadura. En Soria vivió dos capítulos totalmente dispares. Su primera etapa en el Numancia transcurrió en el año 1998. El equipo soriano estaba en una posición de riesgo y el descenso a Segunda B se cernía sobre el campo de Los Pajaritos. En aquel momento Paco Herrera se mostró valiente y decidido a sacar la situación adelante. Pudo con ello y consiguió que el club numantino mantuviese la categoría. Su segundo episodio al frente del Numancia no tuvo final alegre. Fue destituido del cargo después de las primeras doce jornadas tras sumar once puntos de 36 posibles. La vida en Soria no fue fácil de llevar lejos de su familia porque Paco Herrera es un hombre muy apegado a su mujer e hijos. Por esta razón, en la temporada 1998-1999 decidió aceptar una oferta para encabezar el proyecto deportivo en el Mérida. Sin embargo, este viaje no tuvo un largo recorrido, pues dos años más tarde decidió poner punto final a su etapa extremeña.

En los cuatro años siguientes a abandonar el Numancia por segunda vez ocupó los banquillos del Albacete Balompié, Poli Ejido y Recreativo de Huelva. Una llamada en el verano de 2004 le cambió la vida y lo que vendría por delante le haría crecer mucho más profesionalmente. En julio de aquel año Rafa Benítez llamó a Paco Herrera para ofrecerle el puesto de segundo entrenador en el Liverpool. Junto a él, José Ochotorena, como preparador de porteros, y Pako Ayestarán como preparador físico, hicieron las maletas para aterrizar en la "Premier League". El peso de la grada de Anfield no fue un impedimento para que el cuerpo técnico español levantase una Liga de Campeones y una 'FA Cup' en la temporada 2005-2006. Allí ejerció también de director deportivo. Él se encargaba de ojear el mercado y de proponer posibles incorporaciones a la plantilla. Después, Rafa Benítez daba el visto bueno y cerraba los fichajes. Dos años después regresó a España. Su suegro, que vivía en Barcelona, estaba enfermo. Entonces apareció la oportunidad de cubrir el puesto de director deportivo en el Espanyol. Había adquirido conocimientos en su etapa en Inglaterra y se atrevió con el reto, por muy alejado del banquillo que pudiese estar su nuevo cargo. Fue Paco Herrera quien eligió a Ernesto Valverde, actual técnico del FC Barcelona, para que encabezara el proyecto perico en la temporada 2006. Ese mismo año el Espanyol llegó a la final de la "Europa League", que perdió contra el Sevilla.

De nuevo su familia se convirtió en un factor de peso a la hora de tomar una decisión. Fue en el año 2013 cuando se presentó encima de su mesa una oferta para entrenar al Maccabi Tel Aviv de Israel, donde recientemente había llegado como director deportivo Jordi Cruyff. Prefirió rechazar la oferta y buscar otros retos dentro de las fronteras. Entrenó en Vigo y Las Palmas (equipos con los que logró sendos ascensos), Zaragoza y Valladolid. En 2011 fue distinguido con el Premio Ramón Cobo por el comité de entrenadores de la Federación Española de Fútbol. Ahora es el elegido por Miguel Torrecilla -director deportivo con el que ya coincidió en el Celta de Vigo y logró el ascenso a Primera- para repetir la hazaña en el Sporting. Regresará a El Molinón, al mismo césped donde, sin saberlo, se empezó a forjar como míster.

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