"Hay que sentarse y analizar con calma, pero la primera impresión es muy buena, estamos muy contentos". Dieciocho años después, Gijón recuperó esta pasada semana su Feria del Libro, y lo hizo con un éxito palpable. "Hubo mucha gente, ver el paseo de Begoña así de lleno fue una gran sensación", aseguró ayer Isabel Menéndez, responsable de la Red Municipal de Bibliotecas y miembro del comité organizador del evento.

"Tenemos que descansar, pero ya estamos pensando en qué podemos mejorar de cara a la edición del año que viene", arguyó Menéndez. En la feria, que se clausuró en la tarde de ayer, participaron una veintena de editoriales y otras tantas librerías que pusieron a la venta sus ejemplares en un total de cuarenta casetas.

Además, se organizaron multitud de charlas y encuentros con autores, "actividades de calidad y a las que acudió mucha gente". Como ejemplo, la presentación, ayer, del libro "Mezclillas", de Carmen Gómez Ojea o la de "La mansión de los cuentos" de Dulce Victoria Pérez Rumoroso, ambas colaboradoras de LA NUEVA ESPAÑA.

Menéndez también quiso recordar lo importante que fue para las bibliotecas municipales tener su propia caseta para "darnos a conocer, que aún hay muchos gijoneses que no saben que estamos ahí, para que se impliquen más en la lectura". El primer paso ya está dado, con la recuperación de esta feria del libro que, en su primera edición recién finalizada dejó muy buenas impresiones a editores, libreros, organizadores y público.