"La motivación es fundamental, te tiene que gustar lo que estés haciendo, y debes tener una buena organización y trabajar tanto en clase como en casa". Sergio Junquera, de 19 años, estudia el doble grado de Matemáticas y Física y acaba de recibir el premio nacional al mejor rendimiento académico de bachillerato. Lo obtuvo por su nota media de diez el curso pasado tras estudiar segundo de Bachillerato en el IES Rosario Acuña.

Este centro educativo se llevó una alegría doble, porque el mismo galardón, pero en Secundaria, lo obtuvo Diego Espiniella, de 17 años y estudiante del Bachillerato Tecnológico que sueña con estudiar una ingeniería en Estados Unidos. "Hay que atender en clase. Si escuchas al profesor, ya sumasuna gran parte de lo que tienes que saber ganado", explica.

Pocos casos se podrán dar de institutos que den cobijo en sus aulas a los mejores alumnos de Secundaria y Bachillerato premiados en un mismo año. "La clave es la atención personalizada", confiesa Isabel Puente. Un reconocimiento a un trabajo que ahora vive su etapa más trascendental, la de encontrar un futuro para Sergio y Diego, y evitar la fuga de dos nuevos talentos. "El panorama está muy mal. Se nos reconoce el esfuerzo con los premios, pero después todos tenemos pocas oportunidades para estudiar, hay menos becas y ayudas, y muy pocas opciones de trabajar. Es como si no hubiera interés porque la gente estudiase", relata Junquera.

Diego Espiniella es un amante del tenis, deporte en el que cosecha buenos resultados en el Grupo Covadonga, y además toca la guitarra. "El problema de España es que se enseña antes la teoría que a pensar de verdad. Aquí hay que fomentar la creatividad y las ideas para resolver los problemas", relata, antes de ahondar en su idea de conseguir una beca por medio del tenis para poder estudiar en Estados Unidos. "Será una experiencia única. Si tengo la oportunidad, no lo dudaré", subraya.

Son dos alumnos brillantes que desde la más absoluta normalidad relatan las claves para alcanzar metas. La motivación es esencial en el día a día, y también la inquietud y la necesidad de tener un pensamiento racional. "Estoy haciendo matemáticas porque me encanta el pensamiento abstracto, dudé incluso entre física y filosofía", afirma Sergio Junquera, amante de la música, los videojuegos y el cine, que además habla inglés y tiene un nivel medio de alemán.

Tanto reconocimiento académica no les ha hecho cambiar. "Se alegraron más las familias que nosotros", coinciden en señalar Diego Espiniella y Sergio Junquera, reconocidos a nivel nacional por sus "notazas" en Bachillerato y Secundaria, y ambos formados en el mismo instituto, el Rosario Acuña, cuyo claustro de profesores tiene motivos para sentirse orgulloso. Y por partida doble.