El activista radiofónico Falo Marcos está a punto de regresar a Gijón tras pasar casi dos semanas en la frontera entre Serbia y Croacia, en un viaje para documentar "los abusos y palizas" que se suceden en este punto hacia los refugiados que tratan de cambiar de país. Y lo que allí ha visto habla de violencia y palizas por parte de la policía croata. El gijonés ha sido testigo del "juego" , el "game" con el que los refugiados han bautizado el intento de cruzar la frontera con Croacia y poder cruzar este país sin ser localizados por la policía.

Como ocurre en otros campos de refugiados en Europa las condiciones "son lamentables en cuanto a alimentación, higiene, atención sanitaria o psicológica". Y no sólo eso. Lo más grave, denuncia Marcos, es la violencia que utiliza la policía croata antes de devolver a Serbia a quienes logran cruzar la frontera.

Desde hace unos meses "se viene denunciando esta violación de los Derechos Humanos y, aunque el gobierno croata negó los hechos y prometió una investigación, la situación de violencia sigue siendo habitual", asegura el gijonés, quien enumera "palizas mediante puñetazos, golpes con porras o las culatas de pistolas, patadas, uso de pistolas Taser, destrucción de móviles, robo de dinero, humillaciones o devoluciones sin identificar a la persona ni poder ejercer su derecho a asilo" como parte de las vejaciones habituales. Marcos denuncia los hechos desde un punto en el que "no hay medios de prensa". Para remover conciencias.