Entres fogones y a toda velocidad. Así celebraron ayer sus fiestas varias parroquias y barrios gijoneses. Cerca de medio millar de personas, según las previsione de los cocineros, pudieron degustaron la paella gigante con la que se puso fin a los festejos de San Xuan en La Calzada. La multitudinaria comida, elaborada por el restaurante llanisco "La Carbonería de Pepe Cavallé" fue el broche de oro culinario a cuatro días de celebración con gran éxito de público desde el pasado jueves.

En Viesques también se entregaron a los placeres gastronómicos con una corderada en la explanada del parque fluvial. La jornada arrancó con la actuación del Grupo Folclórico Jovellanos, encargado de animar la sesión hasta la hora de compartir mesa y mantel. Tras dar por concluida la pitanza se entregaron los premios de los torneos de balonmano y fútbol, y los más pequeños disfrutaron de una sesión de juegos, pintacaras, globoflexia y hasta una gymkana. El fin de fiesta musical corrió a cargo de Mina Longo. Los vecinos de Mareo disfrutaron igualmente de un intenso domingo festivo que arrancó con una concentración de coches clásicos en el prau de la fiesta, junto con la misa solemne en el templo parroquial y la actuación de grupos folclóricos.

La gastronomía estuvo presente en forma de comida de confraternización para todos los asistentes, y ya por la tarde se dio paso a los torneos de tute y parchís, los juegos infantiles, una atracción para los más pequeños con la presencia de los personajes de la serie de dibujos animados "La Patrulla Canina" y, para echar el cierre a la celebración de este San Juan, la actuación de la orquesta Cuarta Calle.

En Tremañes dieron gusto al paladar con una jira campestre, concurso de tortillas, empanadas y postres. Para bajar la comida, una sesión de deportes tradicionales como la llave, la rana, el tiru con gomeru o el tiru de cuerda. Y como colofón, los vecinos de la parroquia lanzaron el chupinazo de fin de fiesta. Hasta el año que viene.