Un simulador de conducción cuyo precio se estima en 21.000 euros, más de una treintena de ordenadores y consolas, experiencias de realidad virtual y hasta dieciséis videojuegos diferentes disponibles para todo el público, sin importar la edad. Es el espacio "gamer" de Metrópoli, dirigido a los amantes de la última generación de juegos virtuales. Sergio Pérez prueba el simulador de rally. Provisto de asiento homologado, volante, pedales y palanca de cambios ofrece una gran inmersión en las carreras a los usuarios que lo testan. La realidad en el sonido y los bruscos movimientos de la plataforma añaden aún más autenticidad al videojuego, una de las estrellas de la Feria. "Es una pasada", declara Pérez, de 14 años, tras ponerse a los mandos de uno de los coches. "Pensaba que sería un poco más complicado, pero he conseguido acabar sin tener un accidente", comenta. El segundo de los simuladores es aún más envolvente. Los usuarios deben ponerse unas gafas de realidad virtual para convertirse en piloto de Fórmula Uno por unos minutos. "Es tan realista que la conducción se vuelve demasiado difícil", explica José Luis Álvarez, que prueba el aparato y parece un poco agobiado por no controlar el coche. "Se hace difícil mantener una velocidad constante en las curvas y ya no te digo lo que se complica el llevar la marcha correcta en cada momento", relata. Una experiencia que "supera cualquier juego al que había jugado hasta el día de hoy", concluye.

"Marea y parece que estás en otro lugar. Te aísla por completo", explica Lara Hernández al probar un simulador de realidad virtual. La jugadora viajó, en cuestión de segundos, a un paisaje desértico gracias a las gafas de experiencia virtual. El extraño objeto que sujeta se convierte en una pistola con la que debe derribar a los enemigos que van apareciendo.

Los torneos presenciales alcanzan también un fuerte protagonismo. El festival organiza campeonatos en los que los usuarios miden sus habilidades al frente de la consola. El "Tekken" es uno de los clásicos que no pierde fuerza entre el público joven y adulto y hasta 64 usuarios se baten en rápidas partidas. Es Metrópoli; un lugar donde hay opciones para todos los gustos y públicos. Es, en definitiva, un espacio para dejar volar la imaginación y en el que los únicos requisitos para entrar son las ganas de pasarlo bien y la suficiente pericia a los mandos.