Un informe de la Inspección de Trabajo ha concluido que "la inacción de Divertia" ante el conflicto generado en el Jardín Botánico Atlántico entre el jefe de la oficina adminnistrativa y el director del equipo científico de la Universidad de Oviedo, Álvaro Bueno, vulneró la dignidad de este último. Inspección de trabajo señala que los trabajadores municipales se extralimitaron en sus funciones y desprestigiaron públicamente a Álvaro Bueno, al dirigirse al Kew Garden de Londres "poniendo en entredicho su prestigio profesional, del que no consta tacha alguna".

Inspección de trabajo actuó tras una denuncia de Álvaro Bueno por acoso laboral entre finales de 2014 y finales de 2016. El ex horti curator del Jardín Botánico de Gijón tenía un contrato con la Universidad ligado al convenio para el Jardín Botánico. A finales de 2016 y con sólo tres días de antelación, el concejal Jesús Martínez Salvador envió una carta al vicerrector de investigación de la Universidad de Oviedo anunciando que el personal del equipo científico debía abandonar el Jardín Botánico y vetando tácitamente a Álvaro Bueno para futuras colaboraciones en el Jardín Botánico.

El escrito de Inspección señala que "desde que el Jardín Botánico Atlántico se fusionara con otras empresas de capital municipal bajo la denominada Divertia SA y de manera más pronunciada, desde que su hasta entonces gerente fuera nombrado concejal del Ayuntamiento de Gijón, la dirección de esta empresa quedó diluida, silente, de manera que las imprescindibles funciones de colaboración y coordinación entre Divertia SA y la Universidad de Oviedo, cuyo personal formaba el Equipo Científico del Jardín Botánico, no pudieron llevarse a cabo y las fricciones ordinarias en cualquier relación humano y/o laboral, lejos de resolverse se agudizaron".

Inspección de Trabajo añade que ante la ausencia de dirección de Divertia, uno de sus trabajadores, el jefe de la oficina administrativa, fue asumiendo funciones de control tanto del personal municipal como del de la Universidad de Oviedo lo que no podía hacer, dado que la relación entre ambas instituciones no era jerárquica, sino de colaboración: "El jefe de la oficina administrativa adoptó decisiones impropias de su puesto y del todo inadecuadas desde cualquier perspectiva; en particular desautorizó y desacreditó públicamente, sin previo aviso y sin argumento alguno a Álvaro Bueno, el horti curator del Jardín Botánico de Gijón, ante su interlocutor en el Kew Garden de Londres, poniendo en entredicho su presigio profesional, del que no consta tacha alguna".

Según el informe de Inspección, ante las fricciones en el Jardín Botánico "el concejal Jesús Martínez Salvador dio por finalizado el Convenio de Colaboración entre el Ayuntamiento de Gijón y la Universidad de Oviedo, bajo argumentos de muy poca solvencia" avisando con sólo tres días de antelación que tenía que marcharse el personal de la Universidad de Oviedo, algo que supuso la finalización del contrato de Álvaro Bueno con la Universidad, que estaba vinculado al Botánico.