Un joven de 24 años, vecino del barrio de Laviada, camarero de profesión y "nada violento", según sus allegados, permanece en coma inducido en el HUCA tras sufrir una brutal paliza en la madrugada de ayer en la zona de copas de Fomento. Hacía sólo unas horas que había salido de trabajar. La paliza se la propinó un grupo de jóvenes que le provocaron un traumatismo craneoencefálico severo. Este ataque, en el que también resultaron heridos otros dos amigos de la víctima, deja hasta el momento dos gijoneses detenidos -de 20 y 19 años respectivamente-, ambos con antecedentes por lesiones. En la investigación que tiene abierta la Policía no se descarta que se puedan identificar a más implicados.

La paliza tuvo su origen en un desencuentro, a priori sin mucha importancia, en un establecimiento de ocio nocturno de los soportales de la calle Marqués de San Esteban, en la esquina con Felipe Menéndez. El joven que ahora está en coma y varios amigos fueron increpados en el interior del mismo por otro grupo de chicos. El "pique" prosiguió cuando se dispusieron a cambiar de bar. Uno de los miembros del grupo agresor obstaculizó el paso a otro amenazándole, según los testigos, con "esperarle fuera". Unas palabras que los agredidos no quisieron tomar en consideración. Hasta que ya en la calle llegaron los golpes, provocados por varios individuos, en diferentes puntos de la calle.

El peor parado fue Germán F. F., nacido en 1992, que al parecer se había quedado rezagado del resto de compañeros. Una circunstancia que fue aprovechada de forma salvaje. Los que vieron lo sucedido dicen que el joven fue agredido repetidamente y con violencia. Cuando los acompañantes de Germán F. F. llegaron hasta él, los agresores huían. A su amigo se lo encontraron tendido el suelo, inconsciente, con heridas en la cara, sangrando por la boca y los oídos en medio de un charco de sangre. Eran las 4.30 de la madrugada.

Tras la llegada de los servicios sanitarios se procedió al traslado del joven al hospital con un traumatismo craneoencefálico severo del que se recupera, dentro de la gravedad, en el HUCA. Según fuentes familiares, los médicos que atienden a Germán les aseguran que, por la magnitud de las heridas, los atacantes debieron utilizar un objeto contundente. Hay testigos que sostienen que se sirvieron de una baldosa de la calle, actualmente en obras.

Al tiempo de esta agresión, también sufrieron puñetazos y patadas otros dos jóvenes, amigos y compañeros de trabajo en la hostelería de Germán. Uno de ellos, M. F., recibió siete puntos de sutura en la cabeza y el otro, A. P., se recupera de fuertes magulladuras. Antes que por los servicios sanitarios, los heridos fueron atendidos por agentes de la Policía Nacional que comenzaron a recabar información entre los testigos para esclarecer los hechos. Fruto de las pesquisas "in situ" se procedió a la identificación de dos de los presuntos autores de la agresión, que se habían dispersado y fueron localizados en dos bares distintos, pero cercanos al lugar del suceso. Incluso se les escuchó jactarse de la paliza que le habían propinado a su víctima. El Grupo II de Policía Judicial de la Comisaría, encargado de la investigación, sigue tomando declaración tanto a amigos del herido como a otros testigos para determinar si hubo más implicados.