En ocasiones la vida hace que se conviertan en protagonistas de la actualidad personas que no querrían serlo. La médico de la UVI Móvil de Gijón, Marta Nonide Robles, fue la primera persona que el pasado viernes atendió a Germán F. F., el joven brutalmente agredido en la zona de Fomentomientras disfrutaba de una noche de fiesta con unos amigos después de trabajar en una sidrería. Nonide hizo lo que pudo para salvar al chico, que al final tuvo que ser trasladado al hospital, donde aún permanece en coma. Lo que en ese momento no pensaba Nonide era que ella misma iba a tener que visitar otro centro médico con su hijo apenas unas horas después. Esa fatal coincidencia hizo que la doctora colgara una reflexión en redes sociales que ha corrido como la pólvora.

"Hace tres días atendí a un chico en coma a consecuencia de una agresión brutal. Los agresores, que ya habían estado provocando y buscando problemas, esperaron a que quedara alejado de sus amigos y se ensañaron con él, huyendo tras dejarlo inconsciente y malherido. Parece ser que ya tenían antecedentes policiales". Así comienza su relato (colgado en Facebook y compartido ya casi un millar de veces) la propia protagonista de la historia. La médico describe con total crudeza el momento que le tocó vivir. "Trabajamos y peleamos como locos para estabilizarle. Tuve que informar a la horrorizada madre. Traté de darle ánimos, de aliviar algo su angustia, de ayudarla en lo poco que pude. Todo el equipo sanitario quedó impactado", relata.

Pero ese no era el único susto que Nonide iba a vivir ese día. "Horas después mi hijo salió corriendo hacia la carretera tras un balón y fue atropellado, rompiendo la pierna. En pocos segundos llegó gente y más gente queriendo ayudarle. El conductor, que no pudo evitar el atropello, se bajó inmediatamente, llamó al 112, estuvo a su lado en todo momento, nos acompañó al hospital, estuvo allí hasta las 4 de la mañana. Lloró, pidió entrar a verle, le abrazó y le pidió perdón, me pidió que le informara en todo momento de lo que ocurría. A la misma hora a la que yo estaba en un hospital dando gracias porque a mi hijo no le había ocurrido algo irremediable, aquella madre velaba en otro hospital a su hijo que se debatía entre la vida y la muerte", relfexiona.

Lo sucedido llevó a Nonide a reflexionar. "Al poco de saber que la lesión de mi hijo tendría una solución más sencilla de lo que se había temido en un inicio, supe que las lesiones de su hijo en coma eran peores de lo que parecían. A la vez que lloré aliviada por mi hijo, lloré angustiada por el suyo. Un hombre bueno e inocente ha estado sufriendo por haber hecho daño sin querer a un niño imprudente. Unos chicos han arruinado la vida de un chaval y de una familia estupenda sin sentido, sin piedad ni remordimientos", contó la médico del Samu en redes sociales.

"Yo he sido agraciada con la cara de la moneda del destino, y he sido testigo de la parte más humana de gente desconocida. Al mismo tiempo otra madre está viviendo la cruz. Y no por un accidente o enfermedad inevitables, sino por culpa de los impulsos más bajos, violentos y miserables de otros desconocidos. Qué incierta y frágil es la vida. Y qué terrible raza es la humana, capaz de lo mejor y de lo peor. Y ninguno somos inocentes del todo. Son muchos los problemas, muchas las circunstancias y muchos los culpables, por acción u omisión, de que algunas personas puedan llegar a ser y a hacer algo así. Mucha fuerza, chaval. No dejes de pelear. Un fuerte abrazo de una madre que no puede dejar de pensar en ti y en la tuya. Venga, tío", animó.

Por cierto que el hijo de Nonide evoluciona de las lesiones y hoy mismo podría salir del hospital. Al menos hay un final feliz. Esperemos que haya dos.