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JULIÁN CAMUS BERGARECHE | Nuevo director del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos de Veranes

"Los marinos de aquí están muy bregados, lo que nos tranquiliza"

"Es un orgullo para España tener el Centro de Seguridad Marítima Jovellanos, no hay otro como éste ni a nivel nacional ni mundial"

Julián Camus Bergareche, en el Centro Jovellanos. ÁNGEL GONZÁLEZ

El nuevo director del Centro de Seguridad Marítima Integral Jovellanos, de Veranes -estandarte de la Sociedad de Salvamento Marítimo (Sasemar)- es principalmente un hombre de mar. Julián Camus Bergareche (Santander, 1965) se licenció en Ciencias Náuticas, en la sección puente, por la Universidad de Cantabria. Sus vínculos y conocimientos con el mar los demuestra su currículum: entre los años 1990 y 1994 fue oficial de la Marina Mercante, ingresó en junio de 1994 en la Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima -como controlador en el Centro Zonal de Coordinación de Salvamento de Tarifa- y, en 1996, fue trasladado al Centro Local de Coordinación de Salvamento de Santander, donde realizó labores de controlador y desde 1999 fue Jefe de Turno hasta el año 2005, cuando se hizo cargo de la jefatura de ese centro. En mayo de este año, hace poco más de dos meses, tomó posesión de su nuevo cargo en el Centro Jovellanos.

- ¿Cómo ha sido su atraque en Gijón?

-He sido alumno del Centro en multitud de ocasiones, por lo que tenía mucho ganado al llegar aquí. Sabía de su alto nivel de formación pero como alumno, ahora, desde la dirección, la gestión económica es lo más novedoso y la parte que me resulta más complicada. Aunque vengo de la rama de operaciones, la adaptación está siendo relativamente rápida, estoy contento y poco a poco vamos dando pasos.

- ¿Es merecido el prestigio nacional e internacional del Centro Jovellanos?

-Los gijoneses deben estar orgullosos de este centro. Entiendo que es algo desconocido para muchos porque no se ve reflejado en el día a día de la población, pero no hay otro centro como este ni a nivel nacional ni internacional, no sólo por la calidad de los instructores, que son excelentes, sino por el propio centro. Es algo único porque ofrecemos una formación integral. En otros países hay centros muy buenos para formación en contraincendios pero no tienen simuladores ni hacen formación en supervivencia. Otros son excelentes en simuladores, pero no hacen contraincendios o buceo, etcétera. Aquí lo tenemos todo recogido en un solo centro, por eso es único. Y gracias a esto, entre otras razones, partimos con muchas más ventajas que el resto, pocos centros en el mundo pueden compararse al nuestro. Es un orgullo para el Estado y, por supuesto, para Gijón y para Asturias.

- ¿En qué pilares se asienta el centro?

-Todo. El pilar fundamental es el alto nivel de formación que se da, es muy específica, destinada a profesionales. En la formación en contraincendios somos capaces de ofrecer cualquier tipo de especificidad. Hace pocos años, por ejemplo, incorporamos la formación en manejo de gas natural licuado, fuimos los primeros de Europa en hacerlo, fuimos pioneros, y está resultando muy bien. Lo mismo sucede con los simuladores de maniobra y navegación, podemos ofrecer cualquier tipo de formación posible. Es un orgullo todo.

- ¿Cuántos alumnos pasaron por el Centro Jovellanos en 2016 y qué previsiones tienen para este año?

-En tiempo de crisis las empresas recortan en formación. Con el pico de la crisis, sobre 2011 y 2012, hubo un bajón y a partir de ahí la curva se estabilizó, bajó un poquito pero de forma asumible y este año estamos remontando ligeramente. Por las instalaciones han pasado 1.624 personas hasta mayo de 2017 frente a los 1.427 que lo hicieron en 2016, en los mismos meses. El año pasado concluimos con 2.949 participantes, este año confiamos en superar esos datos.

- ¿Cuál es el perfil de los usuarios del Centro?

-De todas las ramas, pero principalmente marinos, desde marineros y tripulantes del escalafón más inferior hasta capitanes y prácticos. La parte más industrial, como contraincendios, solicitan cursos puntuales, por ejemplo, toda la formación de los bomberos de Aena de todos los aeropuertos pasa por el Centro Jovellanos. Hay un porcentaje, no muy alto, de personal extranjero que viene, de países cercanos como Portugal y Francia. También algún representante de Latinoamérica, tratamos de meternos en el mercado latino pero aunque el lenguaje facilita mucho el trabajo, los viajes son muy caros y puede no resultar rentable. Tenemos que trabajarlo.

- Este año fueron rescatados doce marineros del pesquero gallego "Gure Uxua". ¿La costa asturiana es zona especialmente peligrosa?

-En el Cantábrico, tanto la navegación de recreo como los marinos profesionales son gente que está muy bregada, que conoce muy bien la mar y nos permite estar relativamente tranquilos. Es cierto que no hay emigración, no tenemos pateras y eso nos libra de estar pendientes de muchas problemas. El tráfico de pesqueros existe, da sus incidencias, pero es gente formada que conoce bien la mar. Pero ya se sabe, nunca estamos exentos de que surjan cosas, cuando el Cantábrico se pone duro en invierno, es muy muy duro. Pero a pesar de esa dureza la gente está preparada, tiene asimilado dónde están y son conocedores del peligro por lo que toman las medidas preventivas adecuadas. Son más precavidos.

- ¿El tráfico de barcos ha motivado la aparición de especies dañinas para la fauna y flora marina autóctona?

-Se está empezando a controlar más. El problema de especies que puedan venir transportadas en las aguas de lastre de barcos mercantes desde otros países, África o América del Sur, existe. Si allí cargas agua de lastre, del mar o de un río, y luego deslastras en Gijón hay un trasvase de fauna o microfauna, pero ya hace años que la Organización Marítima Internacional está poniendo sus pautas, no puedes deslastrar de ciertos sitios a ciertos sitios, tiene que estar filtradas, etc. Se trabaja en eso.

- ¿Cuáles son los retos del Centro Jovellanos?

-Todavía no estoy en condiciones de ofrecer muchos planes de futuro. A muy corto plazo debemos ir renovando la infraestructura que tenemos obsoleta, muy machacada, pero no podemos hacerlo todo de una tacada, vamos por fases. Para el futuro estamos dando vueltas a varias cosas, yo vengo de la parte de operaciones y eso me tira, queremos potenciar la formación de nuestra propia gente, de salvamento marítimo. Ellos, también, necesitan formación y es complicado traerlos aquí, la mayoría trabaja a turnos, si no está de vacaciones o descanso, está trabajando, por lo que no es tarea fácil. Debemos llevar la formación a donde ellos están.

- ¿Cómo lo harán?

-Utilizamos plataformas virtuales, videoconferencias y seminarios en vídeo, pero necesitamos más. Uno de los objetivos ahora mismo es tratar de dar una mejor y mayor formación a nuestra gente utilizando las nuevas tecnologías. Necesitan formarse pero no podemos hacerlo a la velocidad que queremos. Somos 1.500 trabajadores y no tenemos capacidad de ir al ritmo que nos gustaría. Uno de nuestros retos importantes es acelerar esos procesos de formación de nuestra gente, ser más ágiles y eficaces. Estamos en ello, pensamos que las nuevas tecnologías nos facilitarán las cosas.

- ¿Cómo se lleva estar más en un despacho que en el agua?

-Se lleva mal, pero me apasiona mi trabajo y ahora, desde aquí, trato de aplicar lo que sé y lo que tiene este centro para ponerlo en manos de mis compañeros, para que nuestra gente esté formada y el servicio de salvamento marítimo en España sea lo que es, súper eficaz.

- ¿Deben estar más alerta ahora en verano?

-La actividad aquí en el centro es constante. Desde el punto de vista de Salvamento Marítimo, desde Semana Santa hasta octubre, el número de incidencias se incrementa de forma importante porque hay más tráfico de embarcaciones de recreo, más bañistas y más de todo.

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