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Un trágico suceso en una zona de ocio masivo durante el verano

"Le cogió la cabeza y le pegó un rodillazo", afirma el abogado de otra víctima de Imad

El joven marroquí, en prisión por la paliza de Fomento, suma una condena por lesiones y cuatro causas abiertas, dos de ellas junto al otro detenido

Con los puños por delante, tapándose la cara y en continuo movimiento alrededor de la víctima. Moviendo hombros y cintura para esquivar posibles golpes de respuesta, alejándose y volviendo a atacar con dureza. "Como si estuviese en un ring de boxeo", describe una de sus víctimas. El "modus operandi" que supuestamente emplea Imad A. -el joven en prisión como presunto autor de la paliza que sufrió el camarero gijonés Germán F. el viernes en la calle Marqués de San Esteban y por el que sigue en coma en el HUCA- lo identifican varios agredidos en lo que va de año, que han presentado denuncia. Sus ataques suelen terminar con la víctima en el suelo y los demás integrantes de la pandilla sumándose a los golpes. Hasta el momento, el joven marroquí de 19 años lleva una condena por lesiones y, al menos, cuatro procedimientos judiciales en fase de instrucción por hechos similares, dos de ellos compartidos con Yeray R. V., de 20 años, también en la cárcel por el ataque de la madrugada del viernes en Fomento.

Pero Imad A. no siempre actúa por delante ni vierte tampoco amenazas previas de pelea. El 11 de diciembre de 2016, sobre las 3 horas en la calle Vicaría, en Cimavilla, un joven ayudaba a un amigo que estaba indispuesto, vomitando, a las puertas de un pub. Sorpresivamente llegó Imad y le propinó una patada en el rostro, ocasionándole lesiones que requirieron asistencia médica. El Juzgado de Instrucción nº 4 de Gijón le condenó por un delito leve de lesiones a la pena de dos meses de multa con cuota diaria de tres euros y al pago de una indemnización al agredido de 560 euros y el abono de las costas. A partir de ahí, las víctimas de sus casos pendientes con la justicia, van sucediéndose.

El 12 de marzo de este año un joven de 19 años reprendió a dos jóvenes que estaban increpando a una chica, a las 4 horas, próximos a un pub en la esquina de Marqués de San Esteban con Felipe Menéndez. "Dejadla tranquila", sugirió el joven. "Te voy a abrir la cabeza", le replicó uno de ellos antes de pegarle un puñetazo que le dejó aturdido. Según el relato de Andrés Martínez Ceyanes, abogado defensor de la víctima en el proceso judicial abierto contra Imad y Yeray, este último empujó a su cliente mientras que Imad le cogió la cabeza y le pegó un rodillazo en la cara. "Cayó al suelo y empezaron a darle entre todos, unos diez, cuando ya estaba en el suelo, también le pegaron con algo que no eran puños ni patadas, cree que lo hicieron con un palo", explica el abogado. El joven tiene ahora cuatro dientes destrozados, pendiente de endodoncias y reconoció a los autores a raíz de las peticiones de amistad en redes sociales que tuvo.

Imad, nacido en Marruecos y con permiso de residencia de larga duración por motivos de familia en España desde julio de 2015, también fue reconocido como el agresor de un menor de edad al que un grupo de jóvenes golpeó, también en la misma esquina de Fomento, hasta fracturarle la mandíbula. Imad fue detenido por estos hechos, junto a otros tres menores, y puesto en libertad. Apenas unas horas después de partirle la mandíbula a este joven, la misma pandilla actuó, supuestamente, en la calle Pedro Duro, a la altura de la iglesia de San José sobre las ocho de la mañana, cuando ya era de día. Según ha podido saber este periódico, por estos hechos también fue detenido Imad A., junto a otro miembro de su grupo de amigos. Ambos llegaron a declarar en sede judicial por el asunto y puestos en libertad poco después.

Pese a tener nociones en boxeo, éstas, según fuentes bien informadas, apenas se notan en la postura de guardia que adopta Imad para armar la trifulca, puesto que luego la mayoría de sus actuaciones son en grupo, un estilo completamente ajeno al combate boxístico. Igualmente, algunos de sus amigos entrenan otras disciplinas como las artes marciales mixtas (MMA). De hecho, los responsables del gimnasio donde comenzó a boxear Imad, le invitaron a irse hace meses, cuando tuvieron constancia de estas conductas.

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