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EDUARDO ZULAIBA CORDERO | Párroco de Moreda, se traslada a La Calzada (Gijón)

"Llegar a La Calzada es un reto por la magnitud de la parroquia, voy con temor a no dar la talla"

"Han sido muchos años destinado en Moreda, así que me duele irme lejos de la gente que he querido y me ha querido"

Eduardo Zulaiba. L. C.

La reciente remodelación llevada a cabo por el Arzobispo de la archidiócesis de Oviedo ha significado, entre otras cosas, que quien fuera párroco de Moreda durante los últimos 18 años, Eduardo Zulaiba Cordero, haya sido trasladado a Gijón. Casi dos décadas en el concejo de Aller le han valido al sacerdote el cariño de sus fieles, que fueron creciendo conforme se iba haciendo cargo de más parroquias. El sacerdote se va de Aller con pena, pero promete entregarse a su nueva responsabilidad.

- ¿Cómo se entera de que deja la parroquia de Moreda rumbo a Gijón?

-Fue el señor Arzobispo de Oviedo el que me pidió me hiciera cargo de la parroquia de Nuestra Señora de Fátima, en La Calzada. Para mí supone todo un reto por la magnitud de una parroquia tan grande.

- ¿Le cuesta dejar el concejo de Aller después de 18 años?

-La verdad es que son muchos años en Moreda y, como es natural, me duele irme. En todos estos años ha habido luces y sombras, pero creo que hemos trabajado todo lo que hemos podido. Me apena separarme de la que considero mi gente, a la que he querido y por la que me he sentido querido. Estoy muy agradecido a tantas personas que han colaborado en la construcción de la comunidad cristiana en el concejo.

- ¿Cómo afronta su llegada a Gijón?

-Me voy con cierta inquietud por temor a no dar la talla. Al fin y al cabo somos seres débiles y frágiles. Pero creo que tengo que intentarlo. Por otra parte, me siento tranquilo, creo que hice lo que tenía que hacer al aceptar el traslado, decir que sí a mi Obispo, al que prometí obediencia cuando me ordené sacerdote. Tengo la disponibilidad del que sabe que no es más que un servidor de la Iglesia, donde ella te pida y te necesite.

- ¿Cómo decidió hacerse sacerdote?

-Nací en Verdicio (Gozón). A los 9 años, llegaron al pueblo unos Misioneros Redentoristas desde Astorga y ya me quise marchar con ellos cuando nos contaron su labor. Tuve claro desde siempre que quería ser sacerdote. Primero comencé a ejercer de monaguillo en la iglesia del pueblo. A los 14 años comencé los estudios en el Instituto del Cristo del Socorro de Luanco y luego ingresé en la universidad, pero siempre con el ojo puesto en el Seminario. Ahí ingresé a los 21 años para atender esa llamada interior. Me ordené sacerdote el 20 de mayo de 1989 en la Catedral de Oviedo siendo arzobispo don Gabino Díaz Merchán.

- ¿Cómo fueron sus inicios en la Iglesia?

-Trabajé como diácono en la zona de Siero. Como sacerdote mi primer destino fue en San Miguel de Pumarín, donde permanecí tres años. Era una parroquia de 40.000 habitantes, un barrio de ciudad con todos los problemas típicos de lo periférico: droga, delincuencia, paro, etc... Y, además, con un colegio parroquial de 700 alumnos que también tenía su complejidad ya que los curas teníamos que realizar una labor en el propio colegio. Tuve que trabajar mucho sobre todo porque necesitaba adaptarme a una realidad para mí hasta entonces desconocida. Después de aquellos tres años, fui destinado a una zona completamente distinta, como el día y la noche. Me fui a Boal a atender las necesidades del concejo, y también de Tapia de Casariego y Navia, una responsabilidad de cinco parroquias y veinte capillas.

- ¿Y su llegada a Moreda?

-Tras seis años en el Occidente, mi siguiente destino fue la parroquia de San Martín de Moreda, el 18 de septiembre de 1999. En esa misma fecha, pero 9 años después, en 2008, se me responsabiliza de la parroquia de Caborana y años más tarde de las de Murias y Santibáñez. Recientemente, con el fallecimiento del párroco titular Don Andrés López, también se me asigna la de Boo. De nuevo tuve cinco parroquias con sus capillas, a las que ahora debo atender hasta que posiblemente en septiembre les tenga que decir hasta luego.

- Lo queda poco para llegar a Gijón.

-Voy a asentarme cerca de ese mar Cantábrico que me vio nacer para seguir entregándome sin reservas a los feligreses, en esta ocasión, a los de la parroquia de La Calzada, durante el tiempo indeterminado que considera mi obispo.

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