Gijón defendió ayer en Fomento la tolerancia cero con la violencia, sobre todo en las zonas de ocio. Además de para arropar a la familia y amigos de Germán Fernández la concentración de ayer en el mismo punto donde el joven fue brutalmente apaleado, sirvió para lanzar un mensaje de unidad en la repulsa. Más de medio millar de ciudadanos se manifestó en la esquina entre las calles Marqués de San Esteban y Felipe Menéndez, al grito de "Todos somos Germán" y "Ninguna agresión sin respuesta". Unas proclamas que, junto a los reiterados aplausos, se prolongaron durante casi una hora.

El momento más emotivo se produjo con la llegada de la familia del joven de 24 años que sigue ingresado en la UCI del HUCA por las graves heridas. Yolanda Fernández, su madre, iba acompañada por sus dos hijas, Marta y Marina, y escoltada por integrantes del grupo "Ultra boys" que previamente había acudido a la sidrería donde trabaja para solidarizarse con ella y ponerse a su disposición. Querían así desmarcarse de acusaciones infundadas que ligaban a este grupo con los agresores.

Madre e hijas llegaron con lágrimas en los ojos, recibieron besos, abrazos y cariñosas palabras para hacer más llevadero el trance. "Mi hijo está mejor, va a ser un proceso lento; le han tenido que volver a sedar porque se pone muy nervioso cuando estamos cerca, pero estoy segura de que saldrá de esta. A luchar" señaló Yolanda Fernández, que aprovechó la ocasión para reprochar las acusaciones sin fundamento que inundan las redes sociales: "el que lo hizo, que lo pague; pero el que no lo hizo, no tiene culpa de nada".

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Concentración en Gijón

"Que se haga justicia"

Junto a la madre, arropándose mutuamente, Marta y Marina, las hijas. "Esto es impresionante, no tenemos palabras, si él pudiera ver esto...", sollozó Marta Fernández antes de reclamar "que se haga justicia, por él y por todos", en relación al resto de agredidos, supuestamente, por el grupo de Imad A. y Yeray R., los dos jóvenes en prisión acusados de la agresión a Germán Fernández. A esa petición se sumó Borja Castiello, amigo del joven e impulsor de la concentración multitudinaria que reconfortó a la familia. "Espero que se haga justicia, y que a Germán le queden las menos secuelas posibles, pero espero que quienes lo han hecho cumplan lo que tengan que cumplir", señaló. "Por dentro tengo una rabia increíble, no puede ser que le pase algo así a una persona tan buena como Germán, que este sitio esté lleno de gente prueba lo bueno que es", añadió.