Miembros del centro deportivo Asturbox asistieron ayer a la concentración -en representación de toda la comunidad boxística- "para mostrar apoyo a la familia de Germán" y condenar así su brutal agresión. "No somos macarras, este deporte está estigmatizado por la ignorancia; el boxeo fomenta el compañerismo, vas a pasarlo bien con tus compañeros, hay deportividad", sostiene Carlos Alonso, de Asturbox, el centro que le indicó la salida a Imad A. al iniciar su actividad delictiva.

"Era buen chico, callado, se le daba bien el boxeo pero dejó de venir a entrenar y empezaron los problemas", relata Carlos Alonso que un día se lo cruzó por la calle y le recomendó que volviera a boxear "porque tenía futuro"; también le dijo que dejase otros ambientes perjudiciales "que no lo tenían" y que desembocarían "en lo que al final está pasando", lamentó Alonso.

Los "Ultras", con Germán

También arroparon a Yolanda Fernández y sus hijas el colectivo "Ultra boys". Acudieron a verlas a la sidrería, antes de la manifestación, y eran reticentes a acudir a concentrarse para evitar incidentes -de hecho varios miembros de la CSI les increparon, siendo reprendidos por los amigos de Germán-. Fue Yolanda Fernández la que les convenció para ir y allí aplaudieron por Germán.

En los últimos días han recibido amenazas colectivas e individuales a pesar de no tener "ningún vínculo" con los supuestos autores de la paliza. En la cita también se pudo ver a miembros de la corporación municipal.

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