El Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente ha dado de paso la obra de conexión del puerto de El Musel con la Zalia por el barrio de Jove al considerar que no va a producir impactos significativos ambientales. De ahí que no se considere necesario más tramitaciones ni recursos. Los técnicos del Ministerio entienden que se trata de una zona que ya está lo suficientemente castigada y alterada como para que realizar esa necesaria conexión no vaya a suponer un perjuicio mayor. Y, además, entiende que las mejoras que puede aportar a ese territorio van a ser importantes. Las salvedades que se plantean en el informe de impacto ambiental del proyecto del acceso al puerto de El Musel son, eso sí, reiteradas en una misma dirección: que se extremen las medidas durante los trabajos de ejecución del vial para que no se incrementen los problemas ambientales, de calidad del aire, y de ruido que ya soportan los vecinos de la zona.
El proyecto al que ha dado un nuevo impulso la resolución de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente del pasado 5 de julio -y que ayer quedaba recogida en el Boletín Oficial del Estado- implica la construcción de una carretera de nuevo trazado que conectará la AS-19 en el enlace de La Peñona con el puerto de El Musel, "el denominado vial de Jove", matizan.
El vial discurrirá desde el interior de las instalaciones del puerto, unos 65 metros tras superar la puerta de acceso, hasta el vial que dará acceso a la Zona de Actividades Logísticas Industriales de Asturias (Zalia). Lo hará, según el diseño aprobado, con una calzada de doble sentido, de unos 2,5 kilómetros, de los que dos kilómetros van a desarrollarse en falso túnel. En su inicio el vial se encaja entre la línea del ferrocarril y la playa del Arbeyal, en dirección a la glorieta Príncipe de Asturias, en cuyas proximidades se iniciará el soterramiento en falso túnel. Dicho túnel tendrá una sección de calzada única y anchura total de 14,70 metros. Terminará en las proximidades del enlace de La Peñona. Se contempla que se construyan hasta siete estructuras con las que superar distintas vías, así como dos glorietas para dar continuidad a viales que se verán interceptados.
El documento ambiental, cuya tramitación comenzó en diciembre de 2015, recibió aportaciones de diversas entidades, entre ellas asociaciones de vecinos de la zona. Finalmente ha sido recurrente la incorporación, en muchos apartados del documento, de la petición expresa para que se contemple un seguimiento especial de la calidad del aire -con campañas de seguimiento, medidas correctoras en las máquinas...- durante la fase de obra, para controlar los niveles de expulsión de partículas PM 2.5, de gases como el óxido de nitrógeno y otros contaminantes, dado que el incremento de camiones que habrá en la zona vinculado a la obra. Y que preocupan especialmente en una zona donde ya se superan muchas veces los valores límite establecidos por la normativa vigente. También se incorporan aspectos para el control del ruido y los técnicos recogen en el documento que se trata de un proyecto de "dimensiones moderadas que se desarrolla en buena medida en un entorno muy modificado". Así como que "el proyecto mejorará la fluidez del tráfico con origen y destino en el puerto, por lo que disminuirán las emisiones a la atmósfera". La situación de los ruidos "también mejorará durante la fase de uso al discurrir la mayor parte en trazado de túnel", indican.
