Lo que parecía una grata sorpresa acabó por convertirse en una triste historia. El delfín que esta tarde apareció varado en las playas gijonesas, a la altura de la escalera 20 de San Lorenzo, murió al no poder ser sacado nuevamente a altamar.

El cetáceo, un ejemplar adulto de unos 180 centímetros de largo y más de 60 kilos de peso, fue encontrado por bañistas que rápidamente avisaron al servicio de emergencias. Hasta el lugar se desplazó una dotación de Bomberos, integrantes del servicio de Salvamento Marítimo y una lancha de la Cruz Roja. Todos ellos intentaron en repetidas ocasiones devolver al delfín a su medio natural, pero todas fueron en vano.

El animal finalmente falleció y no se descarta la posibilidad de practicarle una necropsia para esclarecer las causas de la muerte.