Los hosteleros, y en especial los de la zona de Fomento donde fue agredido Germán Fernández hace una semana -que sigue ingresado en la UCI del HUCA, estable pero con neumonía tras la intervención de urgencia del miércoles- se han sumado a la campaña de apoyo al joven de 24 años y a la repulsa social contra la violencia en el ámbito del ocio nocturno en Gijón pese a considerar esta agresión como "un hecho aislado" dentro de las mayoritarias "noches tranquilas" de la zona en la ciudad. Ayer, Germán recibió un homenaje en el festival de la cerveza que se celebra en El Bibio, el "Oktoberfest", y varios comercios de copas han colocado a sus puertas carteles con el lema "Todos somos Germán" para concienciar de un disfrute sano de la fiesta durante este fin de semana porque, de lo contrario, "también salimos perjudicados", explica el colectivo.

"Es muy lamentable que ocurran este tipo de hechos pero, afortunadamente para la movida de Gijón, tenemos que decir que es un hecho aislado", asegura Ricardo Álvarez, responsable del local "Saurom", en la calle Marqués de San Esteban, donde poco antes del ataque, Germán Fernández disfrutaba de un rato con sus amigos al salir de trabajar. Esta tesis la comparte el vicepresidente de la Asociación de Hostelería y Turismo en Asturias (Otea) y miembro del Grupo Gavia, Javier Martínez, que regenta varios establecimientos en la calle. "En verano hay más probabilidades de que pase algo porque hay más gente, pero son hechos aislados; la noche gijonesa es muy tranquila", explica Martínez, que también se muestra "en contra de estas bandas que lo único que quieren es armar altercados". Conflictos, principalmente en la calle o a las puertas de los locales, inciden.

A esta visión optimista contribuye, coinciden los hosteleros, la presencia policial por la zona. "Hay un buen servicio y una vigilancia correcta; ¿se podría mejorar?, pues quizás, pero sí puedo decir que hay choches de Policía Nacional y Local por la zona con muchísima frecuencia", describe Ricardo Álvarez.

Muchos hosteleros también se ponen a disposición de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. "Siempre que hay algún altercado, estamos en colaboración de la policía", defiende Javier Martínez.

Pero eso es el exterior. En lo que les compete, y para evitar que esos conflictos se generen dentro de sus bares, muchos gozan de la presencia de controladores de acceso. ¿Les vetan la entrada? Coincide el sector en la dificultad de vetar la entrada a alguien sus dependencias. El derecho de admisión -sostienen- es difícil de llevar a cabo aunque se conozca la agresividad de algún usuario. "Si tú llegas a la puerta correctamente y los porteros no tienen antecedentes de que tú hayas hecho algo allí o en otro local no tienen fuerza para no dejarte entrar", apunta Ricardo Álvarez. "A veces impides la entrada y te denuncian, se inventan cualquier excusa, hasta que nos tachen de racistas", argumenta Javier Martínez. Por otra parte, Javier Rodríguez, tiene una norma impepinable: "si la lían en el local más de una vez, si es repetitivo, les echamos y no les dejamos volver a entrar, pero tenemos muy pocos altercados".

Todos los hosteleros coinciden en desear una pronta recuperación a Germán. "Esperemos que haya una buena evolución de este joven, que viene mucho por aquí y nunca ha dado ningún problema", añade. "Es muy buena gente, nada de meterse en líos pero le tocó un chiflado, una pandilla que quería follón; desgraciadamente desalmados hay muchos", indica Javier Rodríguez sobre Germán, que ayer tuvo un nuevo homenaje en el festival Oktoberfest donde se brindó "con una cerveza" por su salud.