Un delfín murió ayer en la costa gijonesa, en el entorno de la escalera 21 de la playa de San Lorenzo, al no poder ser devuelto a altamar, pese al interés que pusieron en ello muchos voluntarios.

El cetáceo, un ejemplar adulto de casi dos metros de longitud y más de sesenta kilos de peso, fue encontrado por bañistas a media tarde de ayer, que rápidamente avisaron al servicio de emergencias. Hasta el lugar de los hechos se desplazó una dotación del servicio de Bomberos, personal de Salvamento Marítimo y una lancha de la Cruz Roja.

Todos los intentos de devolver al animal a su hábitat natural fueron infructuosos. Los Bomberos valoraron la posibilidad de remolcarlo hasta una dársena de El Musel pero finalmente optaron por remolcar al ejemplar en una tabla de rescate de una moto de agua de Salvamento Marítimo para hacerlo llegar hasta la lancha de Cruz Roja, y posteriormente alejarlo de la orilla hasta mar abierto. Sin embargo, cuando llegó a la embarcación, solo se pudo determinar la muerte del cetáceo.

El ejemplar fue llevado hasta la zona del Puerto Deportivo, donde el servicio de Bomberos quedó a su cargo, custodiándolo en su estación hasta el lunes, cuando pasará a depender de la Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales del Principado, que no descarta la posibilidad de realizarle una necropsia para esclarecer las causas de la muerte del animal.