El gobierno local rechaza instalar iluminación en la zona de "El Elogio del Horizonte" o incluso intervenir para reparar daños estructurales en la escultura alegando que lo impide la familia de su autor, el prestigioso escultor Eduardo Chillida, fallecido en 2002. El concejal de Obras y Mantenimiento, Manuel Arrieta, ya dejó claro que respetarán la voluntad del artista expresada a través de sus herederos, y que éstos les han prohibido tanto instalar iluminación en la zona, como ha solicitado el PP, como incluso intervenir para reparar daños. Sin embargo, ¿qué es lo que indica expresamente el contrato firmado entre el Ayuntamiento y el escultor vasco en agosto de 1988 para erigir un monumento en el cerro de Santa Catalina?

En lo que se refiere a intervenciones en la escultura, el contrato únicamente indica que "la integridad de la obra habrá de ser escrupulosamente respetada, quedando expresamente prohibida su transformación o mutilación". A la interpretación de cada cual queda en qué medida iluminarla contraviene o no esta prohibición.

En el mismo apartado -noveno- del contrato se hace referencia al mantenimiento de la escultura. "El Ayuntamiento se obliga a mantener la obra y su entorno en perfecto estado de conservación y mantenimiento, debiendo realizar las obras necesarias para tal menester, así como las de reparación para subsanar el deterioro que pudiera sufrir la obra, bien por el simple transcurso del tiempo, o la acción de terceros, lo que deberá hacerse siguiendo las instrucciones e indicaciones que señale el autor", expresa el contrato. Sin embargo, lo que ha dicho la familia Chillida, según el gobierno de Foro, es que no se puede actuar para reparar "daños estructurales por el salitre" dado que "el autor quería que tuviese un envejecimiento natural".

Pero ni de ese envejecimiento ni de la iluminación se estipula nada en el contrato, que, eso sí, cede los "derechos morales y de explotación" de la obra a Chillida, quien permite al Ayuntamiento "reproducciones fotográficas y en dos dimensiones", lo cual implicó la prohibición de reproducir "El Elogio" en tres dimensiones. Igualmente, el entonces alcalde, Vicente Álvarez Areces, le da al escultor "plena libertad" para "la creación y materialización de la indicada obra y para su configuración definitiva, así como para fijar su ubicación y orientación" en el cerro.

Del mismo modo, se estipula que el autor reciba por crear la obra cinco millones de pesetas -cobrando 1,5 millones "en efectivo metálico" en el momento de la firma del contrato- y que el Ayuntamiento se haga cargo de los costes de ejecutar, trasladar e instalar la monumental escultura. Finalmente, el gasto en "El Elogio del Horizonte" ascendió a cerca de 100 millones de euros.

En su inauguración, el propio Chillida restó importancia al coste, "sobre todo si se divide entre todos los vecinos de Gijón, que son desde hoy sus propietarios". Una propiedad que, sin embargo, no permite ahora, y según el gobierno local, instalar iluminación o adecentar la escultura.

El PP, quien ha reclamado una "iluminación monumental" para poner en valor "El Elogio del Horizonte", ha reclamado al gobierno local varios informes: uno sobre el estado de la obra y sus supuestos problemas estructurales, otro sobre las comunicaciones que se hayan realizado en los últimos años con la familia del artista vasco, y un tercero sobre lo que impide o permite el contrato desgranado en esta información. Si el coste de la escultura fue polémico en su día, hoy lo son las limitaciones par actuar en ella.