Aunque sufra daños estructurales, "El Elogio del Horizonte", ni tocarlo. O al menos así lo expresó con rotundidad el gobierno local de Foro en la sesión plenaria de ayer. Y el motivo no son argumentos propios del Ayuntamiento: la gran escultura, símbolo de la ciudad, no se puede iluminar y, ni siquiera reparar, por no "contravenir" la voluntad de su autor, el escultor vasco Eduardo Chillida, expresada a través de su familia. El artista falleció en 2002.

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El asunto salió a colación de un ruego del PP para que se instale en la zona del Cerro de Santa Catalina más próxima a "El Elogio del Horizonte" una "iluminación monumental" porque "no estamos aprovechando el potencial" del símbolo gijonés. Los populares consideran necesaria además esta medida para aumentar la seguridad en el área, que de noche permanece en la oscuridad.

Sin embargo, el ruego fue rechazado por completo por el gobierno local. Ya hace tiempo, según explicó Manuel Arrieta, concejal de Mantenimiento y Obras, se planteó la posibilidad de iluminar la escultura. "Luis, el hijo de Eduardo Chillida, no se oponía a ello, salvo que fuese una iluminación efectista, incumpliendo la voluntad de su padre", explicó el edil, que aseguró que la familia guipuzcoana llegó a enviar a un arquitecto para explorar la posibilidad de instalar iluminación. "Éste estimó en aquella ocasión que la luz artificial podría contravenir los deseos del artista. Con el motivo de este ruego nos hemos vuelto a poner en contacto con Luis Chillida, el cual ha manifestado su rotunda oposición a la propuesta al decir su padre que la iluminación de la escultura debía ser la propia que le aportara la ciudad", prosiguió.

Pero el veto de la familia Chillida va más allá, según aseguró Arrieta. "Estudiamos un trabajo de conservación del monumento, cuya estructura está afectada por el salitre. Y contestaron rotundamente que la escultura tenía que envejecer por sí misma. De hecho se ha pedido a la familia que traslade por escrito lo manifestado verbalmente", manifestó el concejal de Foro.

Pablo González, edil del PP, no quedó conforme con la contestación. "Digan lo que digan, por escrito. Pero lo único que vale es lo que está firmado con el artista en el contrato hecho en su día. Y es muy claro: el Ayuntamiento tiene la obligación de mantenerlo y conservarlo. La familia podrá querer que envejezca y se caiga solo, pero lo que importa es lo que está escrito y firmado por ambas partes, donde sólo dice que la integridad de la obra quedará garantizada prohibiendo su transformación o mutilación", argumentó, antes de añadir: "Sus familiares podrán opinar de 'El Elogio', pero no del cerro. Sino igual opinan hasta de la calle Corrida. Entendemos que hay que contar con ellos para decidir cómo se ilumina. Pero una cosa es pedirles opinión y otra que nos puedan vetar". Sin embargo, no movió ni un ápice la postura de Foro. "No vamos a contravenir la opinión de la familia del artista, se hace con este monumento y con todos", sentenció Arrieta.