Cuando Saúl Craviotto terminó de dar su pregón en la 81º edición del descenso del Sella salió corriendo. Apenas segundos después de que terminara de sonar el "Asturias Patria Querida" el cuádruple medallista olímpico ya estaba en su piragüa dispuesto a hacer el mejor papel en la icónica carrera. Desde el agua, remando, pudo comprobar desde la distancia que el descenso del pasado sábado no fue uno cualquiera. Por la cantidad de ingredientes: emoción, superación y polémica. Lo abierto que estuvo el resultado hasta el final. Y también, por una nueva exhibición de Bouzán y Fiuza, ganadores por octava vez consecutiva, el policía de Gijón comprendió aún en su K1 que el octogésimo primer descenso iba a "costar olvidarlo".

Estas y otras tantas fueron las conclusiones que Saúl Craviotto extrajo y pudo verbalizar unos días después en el Paseo de Begoña. El deportista de Lérida repasó algunos de los mejores momentos del pasado sábado en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA. "Dar el Pregón del Sella es algo increíble. Ver a toda esa gente ahí en el puente fue algo verdaderamente maravillo", expresó. También se centró en el momento polémico de la regata. El porteo fue uno de los temas que más se trató antes, durante y posteriormente al desarrollo de la carrera. "Es algo que está ahí. Si la organización lo permite...yo por ejemplo porteé y no es lo mío", confesó.

Por último, Sául Craviotto valoró lo que será su futuro. El piragüista olímpico se concienció de todo lo que ha ganado, pero no descarta para nada el participar en sus cuartos Juegos Olímpicos. "Yo trabajo el día a día, primero me centro en este año y luego ya no en el siguiente. Pero sí, tengo un ojo puesto Tokio".