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La elíptica de Gijón

La plazuela de San Miguel cumple este año siglo y medio de vida, vinculada al plan del ensanche que dio pie a La Arena

Dos de los primeros edificios construidos en la plazuela, el de la derecha fue posteriormente convertido en los almacenes Soto. Al fondo son visibles las torres de la iglesia de San Lorenzo.

En el año 1867 el Ayuntamiento de Gijón aprobó el plano para llevar a cabo el Ensanche del Arenal que afectaba a los terrenos anexos a la playa de San Lorenzo. El Plan de Ensanche tenía como parte fundamental una plaza elíptica- la plazuela de San Miguel- de donde salían varias calles hacia el entonces "inculto arenal" donde se formaron manzanas en forma de cuadrícula.

Una parte del arenal fue reservada a zonas verdes y de recreo. Se llamó, no casualmente, La Florida y allí estuvo el Parque Continental y el conocido circo-teatro-cine Los Campos Elíseos, mientras que más hacia Levante podemos ver todavía otro centro lúdico emblemático en Gijón: la Plaza de Toros de El Bibio. Por otra parte el ensanche también afectó a dos fincas cuyos nombres están hoy muy olvidados: El Balagón y El Tejedor. Era la primera el terreno cuyo eje central ocupa la actual calle Dindurra y que contó con el paso del tiempo con no pocos y hermosos chalés, mientras que El Tejedor era el nombre del espacio (al lado derecho de la avenida de la Costa) que conocemos en la actualidad como Zarracina. Un barrio, ese de El Tejedor, que se llenó de fábricas y talleres, y reservado para viviendas modestas.

Hablamos del año 1867. Concretamente fue el día 6 de noviembre de 1867, cuando se le entrega al Ayuntamiento de Gijón el plano llamado "Ensanche de la Población de Gijón por el Arenal de San Lorenzo" y en él aparece por primera vez la plaza de San Miguel que de hecho constituye el foco, el origen, de la urbanización de La Arena. Dentro de unos meses hará ciento cincuenta años de eso, pero bien está el conmemorarlo desde ahora mismo.

Pero la historia del barrio de La Arena había comenzado años antes, justamente a mediados del XIX e incluso podemos hablar también de una fecha muy concreta: el 22 de agosto de 1850. Ese día Félix Valdés de los Ríos, Marqués de Casa Valdés, solicita al Ayuntamiento que le venda esos arenales, en aquellos tiempos eran de tan difícil acceso. El Ayuntamiento de Gijón acepta el subastar esos terrenos y los divide en tres trozos.Uno es lo que se llamó La Florida, que el municipio reservó para zona de recreo, vendiendo las otras dos partes. Una de ellas la compró Romualdo Alvargonzález, pero la mayoría de las hectáreas fueron para el Marqués de Casa Valdés. No es, por tanto, nada raro lo que leemos en un Acta Municipal del 10 de noviembre de 1875 en la que Félix Valdés de los Ríoses considerado como el "fundador del Ensanche del Arenal" o el hecho de que en algún plano, incluso a comienzos del siglo XX, se llame a la zona "Barrio del Marqués de Casa Valdés". Como se sabe una calle que lleva su nombre cruza la zona.

Y una vez asentado el suelo se trataba de realizar la parcelación que, sin cambios muy llamativos, es la que vemos hoy. Para ello Lucas María Palacios Rodríguez, que luego fue arquitecto municipal desde 1880 hasta 1885, trazó en el año 1867, con la colaboración del también arquitecto Juan Díaz y del ingeniero militar Francisco García de los Ríos, el plano que antes citamos, "Ensanche de la Población de Gijón por el Arenal de San Lorenzo".

La cosa comenzó a ser realidad en el año siguiente, en 1868 el mismo año en que la ciudad perdía la condición de plaza fuerte con el derribo de la muralla que, en forma de estrella, la rodeaba desde 1839. Ese plano comprendía, antes lo dijimos, bastante más terreno que la actual Arena. Al estilo de la Plaza de Amiens (año de 1782) o de la Plaza del Comercio de Brest (año de 1786) se diseñó la elíptica plaza de San Miguel, que servía de unión entre la ciudad vieja y los nuevos terrenos del Ensanche. Desde la Plazuela se perfilaba la trama viaria en lo que se conocía como pradónde Rendueles o Balagón de Rendueles (calle Dindurra y alrededores); del terreno conocido como El Tejedor cuyo centro simbólico fue la fábrica de Zarracina, y naturalmente la calle Uría que desde la plaza de San Miguel apunta hacia oriente.

En el "Expediente Especial Números 103, 104 y 105. Terrenos del Arenal y Muro de San Lorenzo", conservado en el Archivo Municipal de Gijón, hay una abundante documentación sobre esta zona de la ciudad, y sobre la importancia de la plazuela de San Miguel en el asunto.

La plazuela de San Miguel comenzó llamándose, en 1869, plaza de la calle La Matriz (por la calle de Menéndez Valdés llamada entonces de La Matriz por estar en ella la llave del "arca-matriz" de la conducción de aguas), luego se llamó oficialmente plaza Elíptica del Arenal, y ya desde el 22 de mayo de 1869 recuerda a Evaristo San Miguel y Valledor (Gijón, 1785-Madrid, 1862) el militar liberal autor del "Himno de Riego". Primero llevó el nombre de plaza de Don Evaristo, luego en 1872 plaza del general Don Evaristo San Miguel, y desde 1939 se llama plaza de San Miguel aunque en la actualidad vemos placas callejeras que dicen Plaza de San Miguel y otras Plaza de Evaristo San Miguel.

Como se ve oficialmente nunca se llamó La Plazuela, pero los gijoneses así la bautizaron desde hace muchos años. Curiosamente en diminutivo porque plazuela es "una plaza pequeña", aunque en este caso no lo sea en absoluto.

El domingo 17 de diciembre de 1922, cuando ya llevaba más de medio siglo recordando al militar liberal, se inauguró el busto de Evaristo San Miguel que vemos en la plazuela, "monumento a un gijonés, general demócrata", leemos en El Noroeste; "gran militar y glorioso gijonés", publicó La Prensa, y "gloria nacional, gloria asturiana, gloria gijonesa" reflejó El Comercio. Otro elemento de la plazuela es el antiguo quiosco, hoy bar, que data del año 1946 y es obra del arquitecto Manuel García Rodríguez.

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