Yaite Ramos, de nombre artístico "La Dame Blanche", cubana, vive en París desde hace 18 años y es de esas cantantes que necesita la música "como el aire que respiro". Viene por primera vez a Gijón a presentar su nuevo proyecto "Piratas", que relata su universo más personal donde pone voz a historias del pueblo cubano ,"que no pueden dejarse en el olvido". Esta artista que maneja el estilo urbano del hip-hop y otros de raíces de su tierra como el jazz, o sonidos latinos como la cumbia, es hija de Jesús "Aguaje" Ramos, director de la orquesta Buena Vista Social Club. Además,ha sido corista de Sargento García y ha colaborado con "El hijo de la Cumbia".

- ¿Qué se va a encontrar el público de Gijón mañana en su actuación?

-Estoy muy contenta de tocar hoy en Gijón. Necesito este concierto como el aire que respiro. Llevo viviendo en París durante 18 años, y es un enorme gusto trabajar con un púbico que entienda el español, pero sobre todo porque pueda entender a la perfección cada una de las historias que voy contando. Les traigo canciones con personajes muy reales, que es lo más importante para mí. Hoy llego llena de energía y ganas, para mostrarles un cachito de mí y llevarlos a un universo de lo más personal. Mi objetivo es conseguir que me esperen para que podamos relajarnos y hacer una pausa en el día europeo y cotidiano en el que vivimos. Vamos a dejarnos llevar y disfrutar.

- Tiene la música en las venas. ¿Con cuántos años empezó su formación musical?

-Nací en una familia de músicos, mi casa era música. Pero empiezo mi formación profesional en la especialidad de flauta a los ocho años en la escuela de la localidad donde me crié, Pinar del Río. Hasta que me gradúo en la Escuela Nacional de Artes a los 18 en La Habana.

-Después de haber estudiado música clásica, ¿cómo le dio por el hip-hop?

-Fue realmente la vida. Después de llevar a cabo e intentar muchos proyectos y muchos estilos: el latin-jazz, la música clásica? llegó el hip-hop, como un verdadero grito de auxilio. A partir de ahí, olvidé todos mis conceptos, y fui a por ello con todo, con lo más fuerte de mi corazón. Esa entrega se ve en mis cantos urbanos, mezclados con los sonidos de mi flauta, y la recopilación de esas historias reales.

- Hoy trae la presentación de su nuevo discos, "Piratas".

-Lo que más me gusta de todas las canciones que lo componen es que no sólo llevan un consejo o una causa, sino muchos. Porque hay mucho de lo que hablar, mucho que contar. Todos mis discos siempre recogen historias cotidianas, cuyos protagonistas son personas reales. Historias de mis más allegados, desde mis vecinos cubanos, hasta la historia de mi prima Ade, una gran violinista que murió bien joven, o la historia de mi propio hermano, William. En resumen, historias de personas que amo, y que por eso las hacen un gran logro. Relatos tan verosímiles, y en muchos casos duros, pero que no pueden quedarse en una gaveta olvidados, motivo por el que las materializo en canciones para que todo el mundo las oiga. Así otras personas pueden encontrar la causa y la solución de cómo una persona entro y salió de una circunstancia concreta, porque son hechos.

- ¿Cómo es la situación del género hip-hop en Cuba? ¿Encuentra muchas restricciones del gobierno a la hora de tener libertad de expresión?

-Yo no ando en politiquería, no es mi objetivo. Estoy loca por llevar mi proyecto a mi tierra, a mi Cuba. Por ponerte un ejemplo, mi nombre artístico "La Dame Blanche" no tiene nada que ver con "Las damas de blanco", unas guerrilleras que luchan por su causa. Pero si que respeto las ganas o el empeño que ponen en su motivación, sea cual sea. No lo he vivido de cerca, ni lo conozco en mi música. Pero sí conozco ejemplos como "Los aldeanos", que han sido perseguidos y censurados por las letras de sus canciones. Siempre se ha dicho que a los cubanos nos pueden quitar todas las cosas del mundo, menos la música. Y claro que este género es jodido, tiene que ser muy preciso y estar muy bien vinculado, porque no tenemos la misma libertad de expresión que otros. Pero también creo que estamos llegando a un buen momento, por la evolución del país y de su gobierno. Tengo bastante esperanza porque veo una progresión, y empiezo a ver mujeres raperas nuevas, al igual que raperos que salen de Cuba para hacer hip-hop. Tienes que ser muy famoso en Cuba para que te vaya bien. En este país, el músico empieza en la casa.

- ¿Cómo cree que tienen el terreno en el mundo del hip-hop las mujeres?

-Bien difícil y duro, pero las mujeres somos valientes por naturaleza. No podemos dejarnos contaminar, ni tener miedo. Y no creo que mi hip-hop sea para mujeres, sino también para hombres. Me encanta subir a un escenario y ver que entre mi público hay hombres. Están más reconocidos los hombres, y creo que nosotras a veces somos algo masoquistas. Me llena de orgullo ver a raperas como La Reina o La Real, que son excelentes en su estilo, salir de Cuba con sus producciones. Porque no es fácil salir a fuera con rap como lo es con salsa o reggaetón que son los estilos que más abundan.

- ¿Se considera feminista?

-No, no me gustan los extremos. Prefiero defender la humanidad.

- ¿Sobre qué temas le gusta más hablar en sus canciones?

-La verdad es que mis proyectos son muy orgánicos. Temas que se enfrentan todos los días a una causa que considero justa y relevante. Puedo hablar de la defensa de un negro, un judío, un árabe o un homosexual, entre otros.

- ¿Qué quiere transmitir con su música?

-La felicidad está llena de momentos muy sencillos. Sería una pena que los músicos nos perdiéramos en el camino en algo tan básico como nuestra misión principal: traer una sonrisa, un momento de pausa que valga la pena. La música ha de ser una puerta de salida, la menos violenta.